Capítulo 28

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*Narra ________*

— Chicos en serio que no quiero tomar — dije algo angustiada,  no llevábamos ni media hora dentro del bar y todos ya estaban tirados en el suelo riendo.

— Vamos,  sólo será un poco — dijo Oliver,  en serio están godos locos si piensan que tomaré , mas aparte soy la única consciente,  y si tomo se que no tendremos a alguien que nos lleve a nuestras casas,  alguien pasado de copas va a conducir y será el fin de mi vida, no miento.

— Bueno,  entonces vamos a bailar!  — gritó  Jane.

— Chicos. Es The kill de 30 seconds to mars, no creo que sea buena idea bailar esa canción  — dije molesta.

— Pero. Mira a la pista de baile,  todos están bailando — dijo April con un puchero. Miré la pista de baile y era verdad,  estaban bailando esa canción,  unos la bailaban lenta,  como en un vals,  y creo que esta bien que la bailen así, se ve lindo,  pero unos la bailaban como si fuera una cumbia. 😂😂, se veían chistosos,  en serio aquí hay muchas personas pasados de copas,  muchas.

— Esta bien,  vamos a bailar — dije y fuimos a la pista de baile,  los 5 comenzaron a bailar sexymente,  mientras que yo bailaba como si estuviera en un vals,  como una quinceañera,  recorría toda la pista bailando como si fuera en un parque,  al aire libre,  así me sentía,  libre.

No se cuantos segundos, minutos pasaron,  pero cambiaron a The Reason de  Hoobastank, así que seguí bailando  con  el  mismo  ritmo,  pasaron de nuevo los minutos hasta que la canción acabo,  luego sonó November Rain de Gun's and roses,  toda la gente que se encontraba en la pista gritó,  y siguieron bailando,  también seguí con mi baile,  hasta que alguien me rodeó la cintura,  algo asustada y en defensa me giré,  para encontrarme con unos ojos azules hermosos,  que no necesitaba analizar para saber de quién eran.

— Señor Biersack... — susurré,  el no me escuchó,  debido a el volumen de la música,  pero observé como veía mis labios,  descifrando lo que dije,  el sonrió ampliamente.

— ¿Te Asusté?  — preguntó gritando,  para que lo alcanzará a escuchar — Lo siento,  es que hoy se me ocurrió venir a este bar y pues vi a una persona que se me hizo conocida en la pista,  para venir y encontrarme con que eras tu... — dijo el.

— Si, me  ha  asustado  señor  Biersack — dije  riendo.

— ¿Por  que  bailas  sin  nadie? — preguntó, aún gritábamos  ya  que  la  música  seguía.

— Mis  amigos  vinieron  conmigo, considerando  que  están  bastante  pasados  de  copas no  quiero  bailar  con  ellos. Soy  la  única consciente — reí y  el  igual.

— Bueno, yo  he  venido  con  los  profesores  Jake  y  Jeremy, pero  los he  dejado por  venir  a  saludarte — dijo  el.

— Oh, está bien, entonces  vaya  con  ellos —

— No, por  ahora, quiero  bailar  esta  canción contigo...— me  dijo  felizmente.

— Okay — dije  sonrojada.

— ¿Me  concederías está pieza? — dijo  como todo  príncipe de  un  cuento, reí y  asentí, el  me  ofreció su  mano  y  yo  la  tomé, sonreímos al  mismo  tiempo  y  el  me  pegó a  su  cuerpo, una  calidez muy buena invadió  todo  mi  cuerpo. Corrientes  eléctricas me  pasaron tocando  mi piel, el  puso  un  gesto  serio al  igual  que  yo y  nos  dedicamos  a  comenzar  a  mover  nuestros  pies  al  ritmo  de  la  música, comenzamos  a  bailar sin  despegar nos un  sólo  milímetro, nos  miramos  directo  a  los ojos, la  canción estaba  por  terminar, y  ya  que  está es  un  poco más fuerte  al  final, comenzamos  a  dar  vueltas, a  girar, a  abrazarnos  y  despegar  nos  de  nuevo, el  sonreía ampliamente  al  igual  que  en  mi rostro  se  comenzó a  formar  una  pequeña  sonrisa, al  final  la  canción acabó y  terminamos  abrazados, tomando  una  de  nuestras  manos, y yo  con  una  mano  en  su  nuca, y  el  con  una  en  mi  cintura, nos  miramos  fijamente, me  hipnotizaron  sus  ojos, al  darme  cuenta de  que  el  se  estaba  acercando, era  demasiado  tarde  para  hacer  algo, ya  que  nuestras  narices  rozaban, su  respiración se  mezclaba  con  la  mía, y  estábamos completamente pegados, el  soltó mi  mano  y  la  colocó en  mi  mejilla, mientras  que  yo  la  otra  la  coloqué también en  su  nuca, el  cerró los  ojos  y  me  besó, cerré mis ojos  también y  disfruté, sus  caricias  en  mi mejilla eran  tan  suaves, como  si  mi piel  fuera  un  delicado  trozo  de  papel  que  podría doblarse  en  cualquier  momento, sus labios y  mis  labios  creaban  calidez, y  a  la  vez  eran  fríos, pero  lo  mejor  del  frío es  entrar  en  calor...¿no?. Me  separé a  causa  de  falta  de  aire, dejando que  nuestras  frentes  quedaran  pegadas, el  sonrió y  provocó que yo  también lo  hiciera. Me  solté por  completo  de  su  agarre, sonrojada  y  el  también se  sonrojo.

— Vamos  a  buscar  a  los  profesores — le  sugerí y  el  asintió, comenzamos  a  caminar  hasta  la  barra, en  donde  vi  dos  siluetas  conocidas, me  di  cuenta  de  que  eran  los  cuerpos  de  el  profesor  Pitts  y  Ferguson  apoyados  en  la  barra  de  bebidas, el señor Biersack  rió, ya  que  se  veían  graciosos.

— Al  parecer  no  serás la  única que  tomará el papel del  padre en  esta  situación — dijo  el.

— Si, por  esta  noche  tenemos  prohibido  tomar — dije  sonriente.

— ¿Has  bebido  alguna  vez? — me  preguntó el, acercándose a  la  barra, lo  seguí hasta  que  los  dos  nos  sentamos  al  lado  de  los  profesores.

— No, tengo 18 años, y  creo  que  no  sería bueno  que  haya  tomado  antes — reí.

— Bueno, como  ya  eres  mayor  de  edad, si  quieres  toma, yo  me  encargaré de  llevarte  a  ti  y  a  tus  amigos  a  sus  casas — se  ofreció.

— No, esta  bien — Sonreí.

— ¿Segura? — me  preguntó, asentí.

— Buenas  noches, algo  de  tomar? — dijo  una  camarera  poniendo todos  sus  pechos  en  el  rostro  del  señor  Biersack.

*Celos* Claro  que  no!

— No  gracias — dijo  el  corriendo  un  poco  su  rostro  para  que  no quedaran tan  pegados.

— ¿Seguro? — preguntó ella  y  se  sentó en  su  regazo, frotando  su  parte  con  la parte  de  el.

No  aguanté, me  levanté de  mi  asiento y  jalé a  la  camarera  de  el  cabello, hasta  que  la  tiré a  el  suelo, ella  chilló de  dolor, le  di  una  cachetada.

— HA  DICHO  QUE  NO QUIERE NADA! ACASO  ESTÁS SORDA, PUTA!? — le  grité con  todas  mis  fuerzas, ella  sólo se  levanto  y  fue  corriendo balaustrada  hacía los  baños, todos  aunque  estuvieran  borrachos  nos  miraron. Yo  me  giré a  ver  a  el  señor  Biersack, el  cuál me  miraba  sorprendido...



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Hola! Sólo quiero  decir  que: "Wow, rayis" y  también que hoy  mismo  subiré el  siguiente  capítulo, hasta  entonces!


10-04-2017

Alejandra Way  Biersack


Mi director (Andy Biersack y tu) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora