te amo.

92 9 9
                                    


El mayor de los dos se encontraba mirando al suelo, intentando entender cuándo todo se rompió entre ellos, o cuándo fue que se quitó la venda de sus ojos, porque lo hizo a pesar de sus sentimientos por el contrario quien en silencio lo miraba con tristeza y una pizca de vergüenza o tal vez lastima. Cómo no iba a tener lástima con esa escena de él, sus ojos hinchados por las lágrimas, su rostro desencajado y su mirada expresando todo el dolor que, Namjoon le acaba de ocasionar.

-Jin-Habló por fin el menor de los dos. Intento fallido pues no hubo respuesta o movimiento por parte del nombrado, prefirió que el silencio se ocupase de nuevo del ambiente. Después de varios minutos, SeokjIn, habló.

-Nam, no puedo. No puedo- El nombrado acortó la distancia entre ambos, atreviéndose acercarse al contrario, poniéndose de cuclillas para estar a su altura.

-Vamos. Nene, no me digas eso- contestó el aludido mientras rozaba apenas la mejilla contraria, intentado encontrar la mirada, que ahora lo esquivaba. Namjoon no pudo sentirse más que miserable, sabía que nada de lo que diría funcionaría, Jin le había creído demasiadas mentiras bajo la excusa de que amar significaba que ambos se hicieran daño, pero tras tres años aguantando llego el momento en el que ni siquiera esa excusa podría contra todo, y es que era absurdo, tan absurdo como intentar detener un sangrado producto de una bala, con una bandita.

-Me amas?-Preguntó Seokjin, alzando su rostro en busca del contrario topándose con una mirada desesperada y un silencio que sólo confirmó algo que llevaba sospechando, sospechando desde la primera vez que vio mensajes cariñosos de su novio dirigidos a otro, en realidad, otros. Se dijo a si mismo que estaba exagerando, con tal de que los pensamientos que le taladraban desaparecieran. No lo hicieron. –No podemos seguir con esto- señaló el anillo que descansaba en la palma de su mano, el cual contenía grabado la fecha en que ambos decidieron arriesgarse, Seokjin a dejar su orgullo de lado y Namjoon a aceptar lo loco que se encontraba por el mayor. Desde el ángulo de Jin, se podía observar la palabra "septiembre" grabado en el anillo, este sonrió volviendo a bajar su rostro, recordando en retrospectiva el inicio de todo. Tal vez ese día marcaron su final con el simple hecho de empezar algo.

*Flashback*

Namjoon miró una última vez a Seokjin, antes de cerrar la puerta y marcharse, antes los ojos del menor, el mayor necesitaba estar solo para que quizás en cualquier momento su ira con él se marchase al igual que lo hizo él. Sin embargo, Jin se moría de ganas por ir tras NamJoon, sabía que a veces exageraba pero no pensó que su amigo se iría y él no podría reclamarle, pues solamente era su amigo. O sí?

El mayor se despojó de todo lo que llevaba consigo, mochila, móvil, y levantándose apresuradamente corrió tras el chico que minutos antes se había marchado por la puerta que ahora él atravesaba. Dejando una hilera de murmullos y "Uh ve por él" por parte de sus amigos presentes, para quienes no era una sorpresa la atracción y el guste mutuo por parte de sus dos amigos.

Jin corría lo más que su estado físico le permitía. –maldito Nam, cuando te encuentre voy a golpearte hasta...-no terminó su frase, pues como nombrado por el mismo cielo, divisó a Namjoon doblando una esquina diagonal a donde él se encontraba. Corrió hasta que sus pulmones no contenían más aire y se lanzó a su objeto, abrazándolo por la espalda mientras su pecho subía y bajaba de forma exagerada. –Namjoon- fue lo único que logró decir antes de ser cambiado de posición y ser él quien ahora era abrazado, quedando los dos de frente. El abrazo no duro sino unos pocos segundos pues el menor se percató de la falta de aire por parte del mayor, cediéndole un poco de espacio, no más de 6 cm, sin embargo a pesar de esto, sus miradas estaban concentradas la una en la otra, no necesitaron palabras, sus miradas hablaban por ellos. Seokjin sonrió viendo a su contrario tímido con la situación, el Namjoon que conocía no dudaría un segundo en hacer alguna broma de mal gusto, como aquella vez que le tomo de sorpresa, tapando su visión con una de sus manos y susurrando en su oído, "¿Y si te violo?", el mayor sonrió bajando su vista, se encontraba avergonzado recordando eso en ese momento, y más por el hecho de que deseaba que su amigo hiciera algo más que sólo mirarse. Quería probar los labios contrarios pero no iba a ser él quien diera el primer paso debía ser Nam y punto.

te amo ||namjin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora