Fugitivos

Capitulo 8

Llegó la noche y tras haber disfrutado del festival de Mardi Gras, Robert sugirió ir a visitar a Dev al bar que fue nuestro refugio cuando nos conocimos. Por una vez, acepté ir al “Santuario” sin quejarme. Robert ya se había vestido con un traje muy elegante y sin corbata, ya que al parecer, las odiaba con toda su alma. Yo no sabía que ropa elegir para la ocasión y ya llevaba un buen rato mirando vestidos sobre la cama, mientras que mi compañero estaba sentado en un sofá, con cara de aburrimiento. Bueno, las mujeres tardamos mucho en arreglarnos. Al final, bajé a recepción a comprarme uno. Lo había visto al pasar por la tienda esa misma mañana y me había encantado. Era de seda y de color rojo que me quedaba perfecto, aunque un poco suelto de cintura para abajo, era realmente precioso. Le pedí a Robert que me esperara fuera porque ya había elegido qué ponerme y él lo hizo encantado. Una vez que me vestí, me recogí el cabello en una trenza lateral y tras mirarme al espejo y casi no reconocerme, salí donde mi compañero me esperaba. Robert me miró de arriba abajo y exageró la sorpresa al verme. Me sonrojé ante eso y le quité importancia antes de ponernos en marcha hacia el bar.

-Creo que no te lo he dicho, pero estás preciosa.

-Gracias, Robert. Por cierto, ¿crees que nos reconocerán?

-Tranquila, lo tengo todo controlado.

Robert me ofreció su brazo. Me enganché a él y salimos del hotel, no sin antes responder al saludo de la recepcionista que se comía a Robert con los ojos. No me sorprendía eso, pero él no pareció darse cuenta de nada. Al salir del hotel, un coche nos esperaba justo enfrente. Me asusté al pensar que podía ser algún policía y no podía estar más equivocada porque se trataba de Dev. Me alegre tanto de ver una cara conocida que no pude evitar correr hacia él y darle un fuerte abrazo, ya que nos esperaba apoyado sobre el capó del coche, mientras que detrás de mí Robert gruñía y me desconcertaba. Dev se rió de la situación y nos invitó a montar en el coche, que llevó directo hasta el bar, que aquel día estaba más animado que nunca. Sin embargo, al entrar, no nos quedamos en la barra como en la otra ocasión. Dev nos acompañó escaleras arriba, ya que nos había guardado un reservado. Poco después, nos dejó solos para ir a por las bebidas. Aproveché su ausencia para echar un vistazo a aquel lugar, decorado para la ocasión del carnaval, un carnaval famoso en Estados Unidos. Me levanté y me acerqué a la baranda, desde donde vi a mucha gente bailando, parejas besándose y cosas por el estilo. Iba a volver a mi sitio cuando vi que Robert se levantaba y miraba hacia las escaleras mientras me llamaba para ir a su lado. Junto a Dev, venía un joven al que yo no conocía.

-Buenas noches, Steve.

-Buenas noches, Robert.

-Gracias por venir. Espero que hayas respetado mi deseo y no hayas venido a detenerme con el resto de tus compañeros.

-No te preocupes, soy un hombre de palabra. Aunque reconozco que no lo hubiera hecho si no te conociera.

-Gracias al cielo que me conoces.

-A ella, no.

-Ella es Megan, una de las mejores amigas de Rachel.

-Los dos sospechosos en la escena del crimen.

-Eso parece.

-No debería estar aquí, pero sé que no sois culpables. Permitidme que os presente a alguien.

El recién llegado volvió a bajar las escaleras y tras minutos que pasaron con gran tensión, Steve apareció con una mujer increíblemente guapa y siniestramente similar a Rachel.

-El cuerpo que encontrasteis en aquella casa era un muñeco de látex.

-Así es.

Miré a mi amiga como si viera un fantasma. Si ella estaba viva, estaba claro que no había ningún asesino ni ningún culpable, pero esta vez los malvados planes de Tom se habían pasado de la raya y ahora era algo personal. Rachel nos contó la historia con un poco de ayuda de Steve, el nuevo comisario de la policía. Rachel salía en dirección al cine cuando unos tipos la secuestraron. Estuvo encerrada durante un tiempo hasta que Steve y otros policías la encontraron. No podía ser más feliz porque Rachel estaba viva y mi vida por fin podría ser la de una persona normal. Al igual que para Robert.