Prólogo

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En un día lluvioso en donde las personas no suelen pasear por las calles, una mujer salió de su casa con una caja en manos, y en la caja se encontraba un bultito con sábanas rosas de estampados de conejos.

Mira para todos lados con la esperanza de que ningún par de ojos curiosos vieran el acto moustroso que iba a realizar.

Corrió bajo la lluvia tratando de que aquel bultito no llorara, tratando de meserla para que siguiera dormida como el ángel que era.

Después de correr por callejón tras callejón, llego a su destino, con las ropas mojadas la capa tapando el bultito.

Hizo a un lado las sabanas rosas para poder ver su rostro por última vez, odiándose en silencio y maldiciendo su destino.

Una lágrima cayo por su mejilla, una lágrima que mostraba su dolor y tristeza.

La beso en la mejilla, un beso cargado de amor y de adoración.

La abrazó, un abrazo que mostraba su amor infinito y una promesa que jamas la rompería.

El bultito se removió poniendo a la mayor en alerta.

-Volveré por ti, mi querida hermana- una promesa que la mantendrá con vida en su infierno.

-Te a seguro que aquí nadie más podrá hacerte daño- su cruel destino estaba escrito y lo mejor que podía hacer era serarla de su lado para que no sufriera lo que ella sufre.

Un quejido, un pequeño llanto, el bultito se removía más y más como si sintiera que algo malo estaba pasando.

-shhh tranquila mi querida Rukia, yo estaré siempre contigo- sus lágrimas brotaban, su corazón dolía, su conciencia pesaba.

La dejó en la grada de aquél convento con la esperanza de volverla a ver.

Sacó una fotografía de aquel bultito y mostraba una bebe hermosa y unos hermosos ojos color violeta sonriendo de lo más feliz del mundo.

La vio y las lágrimas comenzaron a caer en el pedazo de papel, le dio la vuelta y vio escrito "La bebé se llama Rukia, espero que reciba amor y protección, ya que es lo único que no puedo ser capaz fe darle", dejó la foto al lado del bultito y la empujo más a la puerta para que no se mojara.

La vio desde lo alto y sonrió con dolor.

Tocó el timbre de aquella puerta de madera con emblemas de la biblia y crucifijos.

-Te amo- susurro antes de salir corriendo de ahí prometiendo que no sería el final y que algún día volvieran a estar juntas.




Nueva historia, espero que sea de su agrado ... Será 100% Ichiruki :v

LA MONJA DEL SACERDOTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora