CAPITULO CINCO

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-¿Qué hacías cantando con el guitarrista ese?

-Matteo que pregunta más estúpida- dije zafándome de su agarre para cruzar mis brazos- tú mismo lo dijiste, cantando con SI-MON.

-¿Ahora es Simón no? Solo lo estas usando, admítelo – dijo acercándose peligrosamente a mí- jamás harías algo así con alguien como el cuándo me tienes a mí.

-Deje de contarte como alguien cuando te vi besándote con la chiquita esa- apunte mi dedo a su pecho haciendo que se alejara, no lo quería cerca y él ya estaba sobrepasando eso- además de poner tus manos sobre su ancha cadera, que por cierto tendré que desinfectar mis muñecas.

-¿Celosa Smith?- dijo en tono arrogante "que se calle por favor" pensé.

-Asqueada diría yo, Balsano- conteste con un mismo tono pero más burlón- jamás dejaría que vuelvas a poner un pelo enci...

Estaba tiesa, sin poder continuar con lo que estaba diciendo. Lo único que podía sentir eran los labios de Matteo sobre los míos, me estaba besando y yo no hice nada para detenerlo pero tampoco le respondí. Claramente quería, quería volver a sentir que el amor que alguna vez tuve por él, esa sensación de sentirlo mío y de nadie más. Pero a quien quiero engañar, no lo era y quizá nunca lo fue.

Lentamente fui alejándome de el con la mirada un poco perdida, no quería que me viera y sepa que todavía seguía queriéndole. Puede que de mi boca no salga palabra alguna pero mis ojos nunca mentirán, ellos me delataban cualquier injusticia o sentimiento que tenía dentro.

Escuche un "lo siento" de parte de él. Obviamente sabía que estaba arrepentido y realmente no quería hacerlo, aunque ello me dejaba aún más confundida de lo que estaba, preferí hacer oídos sordos y volver a la fiesta.

...

Ya era domingo de medio día, me levante con mucha más energía que lo que imaginaba y lo usaría para algo productivo, digamos que mi fiesta de cumpleaños fue hace dos días y termino demasiado tarde, algo que me extraño es que no le haya molestado a Sharon ya que siempre se queja o le da "jaqueca" en pocas palabras, raro. Como ayer había dormido todo el día, aun no me la he cruzado. Mejor para mí, ya que quería ir hasta la plaza a patinar un rato y despejarme.

Baje a la cocina para decirle a Mónica que prepare mi desayuno pero no se encontraba allí. Escuche como mi estómago gruño, no iba a esperar que llegara mientras yo me moría de hambre asique rápidamente agarre lo primero que encontré, unas galletas con chispas de chocolate y leche. Nunca falla.

Cuando termine, con una servilleta limpie las migajas que habían caído en la mesa y las junte para dejarlas en el tacho de basura, cuando saque la tapa de esta me encontré con un ramo de flores "un detallito" vino a mi mente, las agarre con cuidado tratando que no tocar otra cosa innecesaria y las mire con ternura. No me confundí cuando dije que el color rosa solo era para las flores y no para unos aretes, realmente eran bonitas.

Sin pensar en lo que estaba haciendo o lo que pudiera llegar a pasar luego de esto, busque un jarrón y lo llene con agua para colocar el ramo. Se veía lindo asique lo lleve hasta mi habitación para dejarla encima de mi mesita de luz.

Narra Simón

Estaba en la plaza a unas cuadras del Roller esperando a Luna, el día de la fiesta de Ámbar ella me dijo de quedar para poder hablar más "tranquilos" ya que ese día no le había prestado mucha atención. Mis ojos estaban en esa rubia con la que había conectado a través de la música y a la vez me hizo volver a la realidad cuando vi cómo se estaba besando con Matteo, cosa que no me gusto para nada y que todavía no entiendo el porqué. Se la había llevado sin permiso cuando estaba conmigo y ella le dio el poder de otorgarle el mismo.

¿Puedo jugar contigo? || SIMBAR (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora