Estoy nerviosa, es más allá de la 1 am y no consigo dormir. Mañana llega a una nueva integrante a la familia, y eso me pone de nervios. Me hace pensar en el día en el que tu llegaste, lloré por que te quería a ti, lloré y lloré hasta que conseguí tenerte conmigo. Eras la criatura más tierna que habían visto mis ojos de 10 años de edad. No recuerdo tu primera noche en casa, pero recuerdo como te cargaba a la cama para que despertaras a los demás con tus besos. Recuerdo que todos te adoramos desde el primer momento. Tantos recuerdos contigo mi bebé. Creciste conmigo, pero debo aceptar y pedirte disculpas porque hubo años en los que no te puse la atención que merecias, porque conforme ibas envejeciendo tu ganas de jugar se iban apagando. Hace dos años cuando enfermaste y estuviste al borde de la muerte, recorde que te amaba, y hasta entonces me di cuenta que te había olvidado. A pesar de que nunca te faltó nada, no te estaba dando el amor que merecias. Lloré y pedí esa noche para que sobrevivieras para poder darte todo ese amor que por algunos años te había faltado. Viviste, un milagro para los veterinarios, una peritonitis casi siempre mata a todos los que la padecen. Pero tu eres una guerrera, aunque tus días estaban contados desde ese momento. Daño renal, ¿cómo es que un ser tan pequeño puede padecer tales enfermedades? Desde ese momento me dediqué a hacerte la más feliz del mundo. Y tu a cambio me regalaste los abrazos más sinceros que voy a recibir en toda mi vida. Tus patitas pidiéndome que te subiera a dormir conmigo, nunca pude decirte que no. Sin embargo, tus días seguían contados, recaída tras recaída. Pero luchaste por regalarme dos años más, hasta que un día ya no soporte verte sufrir tanto. Débil y sin apenas poder sostenerte me pediste dormir conmigo, te abracé y sentí la calma que siempre me transmitías; y en ese momento supe que tenía que dejarte ir, había llegado tu hora de partir. Hablé contigo y te agradecí por tanto amor, tu sólo me mirabas con los ojitos llenos de lágrimas y no te despegabas de mi pecho mientras yo lloraba desconsoladamente. Poco a poco tu corazón se fue haciendo cada vez más lento hasta no latir más...
No ha dejado de ser doloroso el recordarte, no sólo mi vida se siente vacía, la casa también. Cuando te fuiste me di cuenta de todos los sonidos a los que estaba acostumbrada, ya no abría patitas empujando las puertas por las noches, rascando la cama para poder subir, ladridos cada que alguien toca la puerta...sólo silencio.
Mañana le daré la oportunidad a un angelito más de ser parte de esta familia, tal y como tu lo fuiste. Y estoy aterrada, pero sé que en algún lugar de este impresionante universo estás tu, aquí conmigo.
Te amo B♡