🌟El ciclo de las estrellas 🌟

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''Cuenta una vieja leyenda que un poderoso guerrero guarda la puerta que protege a nuestro mundo del caos absoluto, miles de magos, guerreros, incluso demonios intentaron derrotarlo sin éxito, muy pocos volvieron con vida y los que lo consiguieron jamás hablaron de lo que pasó allí''

Yo soy Oziel, el tercer guerrero más fuerte de mi nación y el primero más inteligente, mi piel es morena, mi cabello es medio desordenado y oscuro, tengo los ojos de un color azul cielo intenso y extrañamente brillan en la oscuridad, a veces cambian de color con mi estado de ánimo, mi ropa es el uniforme militar del ejército. Actualmente estamos en el año 4342, tras la 5 guerra mundial solo quedó una cuarta parte de nuestro planeta habitable, por si fuera poco más de la mitad es agua y lo que queda está dividido en 4 reinos , el Reino Amitiel, el Reino Tirso, el Reino Vianney y el Reino Fergye, la puerta del caos fue situada entre los 4 reinos durante la 5 guerra mundial. Algunas de las características de nuestro mundo es que tras la explosión de una gran bomba los demonios consiguieron salir a la superficie y desataron la magia en nuestro mundo, por suerte conseguimos alejarlos de nosotros con barreras de poder. Yo nací el 1 de septiembre del 4280 en el Reino Tirso lo que quiere decir que mi poder principal proviene de la tierra. Hoy estoy aquí para contaros mi historia.

En el año 4310 yo era uno más de los soldados de tierra que fueron destinados a atacar la puerta del caos, básicamente era una misión suicida de la que seguro ninguno de nosotros saldría vivo.
Pasamos las 5 puertas que protegían la puerta del caos, ya habíamos perdido a más de la mitad de los soldados y la mayoría de los que quedábamos estábamos heridos, los pasos resonaban acercándose a nosotros, eran fuertes y decididos, debo admitir que estaba asustado, pero al ver a aquella chica de pelo azul todos se rieron, era bajita, delgada y su única arma era una guadaña. Poseía una gran belleza, jamás podría olvidar su piel clara como la nieve, su pelo azulado y brillante que llegaba a su cadera, sus ojos con heterocromia que brillaban cada vez que los miraba fijamente, juraría que en su ojo derecho azul se podía ver el mar y en su ojo izquierdo rojo fuego. Vestía una chaqueta azul, un gran lazo negro y unas medias del mismo color, también llevaba un vestido blanco igual que sus botas con tacón para disimular un poco su pequeña estatura.
-¿Cómo has llegado aquí niña? No creo que a ese gran guerrero de las leyendas le guste que una niña esté aquí. -Le dijo uno de mis compañeros.
Sin embargo ella no abrió la boca, tan solo se acercó lentamente y se paró en seco frente a él.
-¿Qué te pasa? ¿Te ha comido la lengua el gato?. -Comentó burlón.
Esta vez tampoco dijo nada, se mantuvo unos segundos en silencio frente a él y sin previo aviso movió su guadaña e hizo un corte limpio, todo eso en pocos segundos y sin temblar ni un momento.
-No soy una niña. -Susurró.
Acto seguido lo empujó un poco y el cayó al suelo sangrando, todos estábamos perplejos ante aquella escena. De pronto el capitán reaccionó.
-¡Todos a por ella! -Ordenó firmemente.
Todos se lanzaron a atacar a aquella extraña chica, excepto yo, algo me decía que no serviría de nada atacarla. Unos minutos después vi que mis sospechas eran ciertas, ella había acabado con todos y había salido ilesa, ningún soldado había conseguido eso en siglos.
Cuando terminó con todos ellos me miró a mi.
-¿Vas a matarme? -Pregunté tranquilo.
-Me lo pensaré. -Contestó ella.
De repente caí al suelo, mis ojos se cerraban y sentía un gran dolor en la cabeza, aunque en ese momento pensé que seria mi final no fue así.

Horas después desperté en un extraño sofá azul.
-Veo que has despertado, creí que te había matado sin querer. –Dijo una voz a mis espaldas.
-¿Por qué me has dejado vivir? -Pregunté intentando asimilar todo lo que había pasado.
-Tu no me atacaste, sería injusto que yo matara a alguien que no me ha hecho nada. -Contestó dejando una taza de té en la mesita.
-Podría matarte ahora mismo. -Comenté.
-Pero no lo harás. –Se giró hacia mi- Necesitas saber que soy y porque estoy cuidando la puerta del caos.
¿Cómo sabía ella eso? Era verdad que necesitaba saberlo, la curiosidad era demasiado fuerte como para irme sin la respuesta a mis preguntas que se habían formado al verla a ella defender ese lugar.
-Entonces, ¿responderás mis preguntas? -Pregunté esperando una respuesta afirmativa, pero ella tan solo rio.
-Todas las preguntas que tengas se responderán con el tiempo, por ahora tan solo te diré mi nombre y mi edad, con eso debe bastarte. -Dijo ella, yo asentí para que prosiguiera- Mi nombre es Paris y tengo 25 años, te toca.
-¿Tienes 25 años? Pensaba que tenías 13.
-Si, ahora preséntate. -Dijo con un tono algo enfadado.
-Me llamo Oziel, tengo 30 años y vengo del reino Tirso –Le conté.
-¿En serio el reino Tirso ha hecho esto? Me lo esperaba del reino Fergye, incluso del reino Amitiel, pero creí que los del reino Tirso erais los listos. -Se burló ella.
-A estás alturas es raro que un reino no planee un ataque a la puerta del caos. -Argumenté yo.
-Si quieren que la población del mundo descienda hay otras formas. -Se burló de nuevo.
-No entiendo que hay dentro para que lo quieran, por lo que a mi respecta ahí solo hay caos.
-Y poder. -Dijo en voz baja- El poder de destrozarlo todo. Bueno, te dejaré tranquilo un rato.
Ella se levantó del sillón y se fue por la puerta. Había estado tan concentrado en la conversación que ni me di cuenta del momento en el que se sentó. Era tan misteriosa, solo me había dicho su nombre y cuantos años tenía y ya era como si me hubiera confesado uno de sus secretos.
Cogí la taza de la mesita y le di un sorbo, que al instante escupí.
-Me he quemado la lengua.

🌠El ciclo de las estrellas 🌠#Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora