FRIENDSHIP || BLACKPINK

romance

2:00 am de un día sábado; dos amigas vivían en un mismo departamento, ya qué ambas querían independizarse de sus familias. Lisa intentaba consolar a Rosé, la cuál no paraba de llorar.

—Pero, ¿Por qué esto debe ser así?.—preguntó la pelicastaña a la vez que se calmaba un poco y me miraba fijamente. —Digo; la trata bien, la aconseja; mientras que el protagonista la trata mal por no querer aceptar que le gusta y al último la chica se termina quedando con el protagonista, ¿Qué sucede con el otro? se queda solito.—comentó con indignación y nuevamente resbalaba unas pequeñas lágrimas en sus mejillas. —Es injusto.—exclamó entre lágrimas. 

—Porque la mayoría de veces la chica sólo lo mira como su ❝mejor amigo❞; siempre que hay un chico que la trata bien, lo mandan a la friendzone.—respondí con una mueca. —Es ley de la vida o algo así.—añadí al mismo tiempo que levantaba mis cejas.

—Lo sé pero digo, sí tú estuvieras en esa situación ¿Cómo reaccionarias?.—preguntó la pelicastaña.

—En primer lugar; no creo estar atrás de alguien que me trata mal, aunque este me quisiera.—confieso a la vez que señalo con mi dedo el número uno y me sentaba a un lado de Rosé. —Y pensaría muy bien mis sentimientos, antes de corresponderlos.—respondí con las cejas fruncidas.

—¿Ves? por eso me siento de esta manera.—afirmó para después señalar su rostro con lágrimas.

—Pero Rosie; sólo es un KDrama, no es real.—hable con tono pacífico para después limpiar con la yema de mis dedos algunas lágrimas de Chaeyoung.

—¿Y? de todas maneras me hace sentir mal.—respondió con un puchero. —Mi bebé Jisoo, no debería haber sido tratado de esa forma.—murmuró Chae para luego llevar sus manos a su rostro.

—Eso te pasa por ver KDramas de romance.—comenté con una sonrisa. —Yo debería estar en este momento durmiendo.—respondí para después actuar un bostezo con mi mano.

—Pero de todas maneras te duermes tarde.—exclamó sin creer que yo tuviese sueño. —Al menos ahorita estás haciendo algo de provecho.—afirmó con una sonrisa para a sí misma.

—¡¿Qué?!, Roseanne, levántate de ahí.—contestó con indignación al mismo tiempo que me paraba de mi asiento. —Sonríe, tú no estás viviendo esa situación.—dije con entusiasmo a la vez que le regalaba una sonrisa y extendía mis manos para ayudar a mi mayor y así pudiese levantarse.

—Sí pero.—susurró la castaña pero antes de que pudiera seguir fue interrumpida por mí.

—Pero y nada.—interrumpo al mismo tiempo que apretaba la nariz de Chaeyoung. —Levanta esos ánimos y vayamos a dormir.—dije sin hacer alguna expresión en mi rostro para después darle un pequeño golpe en el hombro a la castaña. —Es tarde, deberíamos descansar.—murmuré con una sonrisa a la vez que corría hacia la habitación de ambas.

—Está bien, muchas gracias por escucharme.—alzó la voz Rosé para luego correr detrás de mí.

Cuando llegaron finalmente a la habitación; Lisa se acostó en la cama, Rosé iba a imitar la misma acción pero fue detenida.

—No, tu lávate el rostro porque lo tienes todo pegajoso por tus lágrimas, qué asco.—reclamé con una mueca de repulsión.

—¿Y? aún así luzco genial.—dice entre risas y mueve su cabello con su mano; para una manera algo rara verse ❝sensual❞.

—Bueno sí, pero es para que puedas descansar mejor.—respondí para después enseñar mi lengua.

—De acuerdo.—contestó derrotada. —Ahorita regreso al dormitorio, Lisaa.—gritó a la vez que corría hacia el baño que se encontraba cerca de la habitación.

—Pero no tardes porque te voy a extrañar y me pondré a llorar.—grité entre risas.

Después de unos minutos regreso la castaña a la habitación.

—Te dije que no tardaras.—susurré al mismo tiempo que actuaba un llanto.

—Solo fueron 3 minutos.—dijo mientras se acercaba hacia mí con preocupación para ver si me encontraba bien.

—Fueron los 3 minutos más largos de toda la existencia.—respondí a la vez que hacia un puchero. —Apaga la luz y buenas noches.—dije para después darle un beso en la mejilla a Chaeng.

De un momento a otro Lisa se cubrió completamente hasta el rostro con una frazada y fingía unos ronquidos.

—Sueña con los angelitos, te quiero.—dice Rosé entre risas al ver aquella acción que había hecho para finalmente apagar las luces.

—Yo también te quiero, muah.—murmuré para luego tirar besos con mis manos para Rosé, aunque sabía perfectamente que ella no me estaba viendo.