Del amor a la tristeza-2 parte

18 2 0
                                    

He leído esa carta que me diste aquella tarde, vaya que me destrozó por completo y aún lo sigue haciendo, tal vez es masoquista de mi parte leerla pero es que me gusta pensar en ti cuando la leo aunque lloro con ese triste recuerdo, me pongo a pensar que hice mal y joder, vaya que me hecho la culpa a mi mismo por creer en tí y haber escuchado esas voces que me decían que te dejara, fui un iluso pensando que querías estar a mi lado tanto como yo. Escribí carta tras carta antes y después de la tuya, no te entregué ninguna, ya no las merecías, ya no más. Seguía escribiendo para tí cientos de renglones y miles de palabras pues esa era la única forma de no extrañarte tanto como para ir a buscarte de nuevo, yo solo me lastimaba, te veía y vaya que dolía mirarte y recordar tu sonrisa, recordar esos lindos ojos mirandome, dolía recordar lo cerca que tenía tus labios pero lo mucho que te respetaba y por lo cual nunca me atreví a robarte un beso, fui el mejor caballero contigo, me porté esplendosamenta y nadie creía que me hubieses rechazado tantas veces, lo que nadie sabía es que te seguía rogando aún después de tanto daño.
Decidí ignorarte y parece que funcionó, ya no me hablabas, ya no estaba tan amargado y triste, me sentía tranquilo sin tanta pena en mi, pero parece que cuando ya estaba a nada de olvidarte volvías y me pedías perdón, venías con esa carita y los ojos llorosos a decirme que me extrañabas y caía de nuevo como un tonto, me abrazabas  haciendo que sintiera de nuevo felicidad, no duraba mucho, volvías a ser igual. Por fin tomé valor y te pregunté que por qué me pedías perdón y seguías igual, dijiste
–  No quiero verte con alguien más y que saliera herido
Entonces te respondí con la verdad
—Tu has sido mi mayor herida, incluso cuando pareces curarme al hacer lo mismo otra vez, abres una herida aún más grande, decís quererme pero al preguntarte que si te gusto no estás segura, ya no juegues conmigo ¿Acaso no ves como sufro?, no me lastimes más, ya no me hagas llorar por las noches, ya no me hagas sentir miserable y vacío, sabes que te amo y necesito pero por favor, ya no...
Me di la vuelta esperando que detuvieras mi ida, no me detuviste, no te importó, no te diste cuenta que aún después de todo te necesitaba y aún sigo aquí, en espera que detengas mi ida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 12, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sin título Donde viven las historias. Descúbrelo ahora