Me desperté, era sábado, anoche había sido un poco loco, me había ido de fiesta con mi amiga Sam y ahora mismo tengo una resaca impresionante.
Recordaba perfectamente lo que había pasado esa misma noche.
FLASHBACK
Había salido fuera para tomar un poco de aire, la fiesta estaba siendo demasiado loca. Sentí unos pasos detrás de mí, así que me giré para ver quién era. Justin.
-Hola Justin, ¿Sabes? Estoy un poco borracha, mejor no hablemos. –dije haciéndole gestos como diciéndole que estaba mareada.
Él es mi mejor amigo, junto con Sam (mi mejor amiga). Los tres somos inseparables.
-Quiero hablar contigo. –me dijo a pesar de lo que yo había dicho.
Me reí.
-¿Qué pasa?
-Es algo que siempre he querido decir.
-Dime.-respondí aun riendo.
-Te amo.
No tienes que escucharme.
Pero te lo digo.
Creo que podrías llegar a amarme.
Pero eso solo lo sabes tú.
Sé que lo sabes.
Sé que lo ocultas.
Pero eso no te ayuda.
Afronta mi realidad.
Es la pura verdad.
Por eso te repito.
Te amo y lo sabes.
¿Me amas?
Quién sabe. – Paro el tiempo suficiente para que me diese cuenta de que había terminado, me miro a los ojos. – Es un poema que te he escrito.
-No sé qué decir.- dije muy sorprendida.
Luego solo silencio, él no dijo nada, yo tampoco.
Entré en pánico y salí corriendo.
FIN DE FLASHBACK
Me cogí la cabeza pensativa.
Luego cogí el móvil y llamé a Sam.
-Hello Sweetie.- Ella siempre me saludaba de esa forma.
-Tú, yo, hablar, ahora.- cuando era algo importante siempre íbamos al grano.
-Okay linda, en el Always Place en media hora. – y colgó.
Me peiné y abrí el armario para vestirme. Cogí una camisa a cuadros y debajo me puse una camiseta básica celeste de tirantes, me coloqué unos shorts de jean y unas vans.
Salí hacia el Always Place. Y en poco rato ya estaba allí, había llegado demasiado temprano así que me quedé sentada esperando. A los 10 minutos llegó Sam.
-¿Qué pasó linda? – dijo sentándose en la mesa en la que yo estaba.
-Justin me ha dicho que me ama.
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Te amo y lo sabes (Justin Bieber y tú)
أدب الهواة“Te amo y lo sabes ¿Me amas? Quién sabe.” Palabras textuales que me dijo él, las repetía una y otra vez en mi cabeza. ¿Qué le podría responder? Me había hecho una confesión perfecta. Y yo simplemente desaparecí, no sabía que decir. Tampoco sabré que...