Capítulo 18

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La estación de trenes de King Cross se mostraba bastante transcurrida por las festividades de año nuevo. Harry, Ron, Hermione, Ginny y Draco alaban sus baúles por toda la extensión del andén 9­ ¾ para encontrarse con Arthur Weasley.

–Apúrate Malfoy o nos quedaremos aquí de por vida– Comentó Ron que caminaba unos metros delante de Draco Malfoy

–Sería mejor quedarme en el hotel que ir a tu conejera– Ron se volteó rápidamente

–Malfoy, te digo que no es ninguna conejera– Ron se acercó hacia Draco –Es la Ma-dri-gue-ra. ¿Difícil de recordar? – Dijo señalando a Draco con su dedo índice.

–Como sea que se llame, es igual de horrible, todos son criaderos de mamíferos peludos de cuatro patas– Harry se puso en el medio de ambos.

–Dejen de pelearse –

–Cállate Potter y quítate del medio – Sentenció Draco. Ginny se acercó a la escena y le propinó una cachetada a Draco Malfoy y otra a su hermano Ron. – Ustedes dos tendrán que aprender a convivir estos días–

–Así que te la das de brabucona mini Weasley. – Respondió Draco con su mano derecha sobre su cachete extremadamente rojo. –Esto lo comentaré con mi padre–

–Sabes algo niño llorón... cuéntale lo que tú quieras a tu padre, él no tiene poder sobre absolutamente nadie – Respondió Ginny esta vez apuntando con su dedo índice a Draco. Hermione se unió a la conversación, estaba perdida. – ¿Qué sucede? – Preguntó.

–No mucho Hermione, solo tonterías de Draco – Respondió Ron tomando su mano –Vamos, mi padre espera y más te vale un comportamiento digno en mi casa Draco, solo eso te digo–

Alcanzaron a Arthur Weasley unos minutos después y entraron al pequeño auto de color verde asignado por el ministerio de magia. Entraron con mucho cuidado de acomodarse todos dentro. Harry uso un hechizo Engorio para poder entrar con más facilidad y comenzaron su viaje por la ciudad de Londres.

–Bienvenidos a casa de nuevo – Dijo apagando el motor del pequeño auto estacionándose en el terreno baldío de la madriguera. –Y bienvenido seas hijo–Dijo dirigiéndose a Draco.

Draco no dijo nada, solo mostro cara de asombro tras escuchar ser llamado "hijo" por parte de un Weasley, de un sangre sucia amante de Muggles.

–Bienvenido hermanito – Le susurró Ron al oído. Draco lo ignoró.

La Sra. Weasley se apareció en la puerta de entrada quitándose rápidamente el delantal de flores y acercándose a los recién llegados. – Ay mis niños, los extrañe mucho que bueno es tenerlos de nuevo en casa – Dijo con emoción pellizcando las mejillas primero de Ginny y luego de Ron. – Harry querido te eché tanto de menos – Abrazó a Harry. – Hermione que grande estas ¿creciste en los últimos meses?, eso parece... bienvenida –

–Muchas gracias Sra. Weasley – Respondió ella.

–Bienvenido Draco, recibí una carta de la directora explicando que vendrías. –

–Ajam ... –

–Pasen, pasen, nos congelaremos aquí afuera – Dijo Arthur.

Al entrar todos fueron a las habitaciones, Hermione se acomodó en el cuarto de Ginnny, y Draco tuvo que compartir habitación con Harry y Ron. Mientras que George compartiría la habitación con Percy y Charlie para que Bill y Fleur tuvieran su propia habitación matrimonial.

Draco colocó su gran baúl sobre una cama improvisada con trozos de madera y un colchón con sábanas completamente blancas. Harry y Ron comenzaron a desempacar sus ropas y pertenecías. Harry colocó unas fotos mágicas en una pequeñísima mesa de noche justo al lado de su cama también improvisada, varías imágenes mostraban los juegos de Quidditch, las sonrisas frente a la chimenea de la sala común de Gryffindor, Ginny frente al lago de Hogwarts y algunas fotografías más.

Harry Potter: Después De La Segunda Guerra MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora