5.- En el hospital

225 9 0
                                    

Despierto en lo que parece ser un hermoso prado de flores. Hay varias flores de varios colores. Veo hacia mis manos, tengo un brazalete de oro en mi mano derecha. No recuerdo haberlo llevado puesto antes.

Camino un poco por el hermoso sitio. Al cabo de un rato, llego a lo que parece ser una hermosa cascada. Las gotas de agua reflejan un bellísimo arco iris.

¿Que hago aquí?-me pregunto viendo el brillante lugar. De pronto logro ver una silueta conocida. Demasiado conocida.

¡Ya se!

-¿Mateo?-pregunto incrédula. Sí el esta aquí, ¿Estoy... Muerta?

-¿Qué haces aquí ___?-pregunta asustado-Todavía no debes estar aquí. No aún.

-¿Dónde estoy?-pregunto desconcertada. Me acercó hacia el con lágrimas en los ojos. Se ve de mi edad. Vuelve a estar sano. Pareciera que la enfermedad nunca lo afectó. Sin más me lanzo a sus brazos y el me corresponde el abrazo.

-No puedo decírtelo. Todavía no es tu hora de partir-dice separándose, mirándome tiernamente.

-No entiendo...-digo todavía confundida-Quiero quedarme aquí junto a ti. No quiero volver. Si lo hago sufriré. Tú sufrías todos los días con la maldita enfermedad. Tengo... Tengo mucho miedo.

-Quisiera que te quedarás. Pero no te puedo dejar. Tu tiempo de estar aquí llegará, pero más adelante-dice luego me da un lindo beso en la frente y caigo dormida otra vez, no sin antes escucharlo decir-Te quiero, ___.

***

Despierto en un cuarto blanco en su totalidad. Es un cuarto de hospital. Creo que lo más colorido en este cuarto es mi cabello. Sin querer se me escapa una sonrisa. Miro hacia un lado del cuarto. En el hay una ventana. No, es un espejo de doble mirada. Veo mi reflejo y lo que observa me asusta.

Miro hacia mi cuerpo y veo varios tubos conectados a el. Uno está en mi dedo índice y se conecta a una máquina que me mide los signos vitales. Otro se extiende desde una caja en la base de la cama hasta mi cintura, donde se divide en dos, se conectan cada lado de mi abdomen y de ellos sale un líquido demasiado oscuro para ser sangre. Uno se conecta a mi brazo derecho y de ese sale un espeso líquido rojo, que, a mi parecer, es sangre. Cuando giró un poco el cuello siento que me duele. Al parecer también me pusieron una aguja ahí.

Veo hacia arriba de mi cabeza. Hay unas bolsas de sangre sobre ella. Así que este es el líquido que está entrando a mi brazo derecho.

Ricky entra a mi cuarto y me mira con un poco de lástima. Pero al sentir mi mirada retira inmediatamente la expresión.

-¿Cómo te sientes?-pregunta sentándose a mi lado.

-Mal-digo ya que, al tratar de hablar, me duele la garganta horrible-¿Qué hora es?

-Las 3:00 p.m. Has estado dormida por una semana-responde mirando a su reloj.

-Siento mucho lo que pasó... La entrevista...

-No te preocupes, la cancelaron cuando supieron lo que te pasó-dice poniendo una mano en mi hombro-No fue tu culpa.

En eso entra el doctor al cuarto y se acerca a mi. Me quita la mascarilla que estaba usando y habla.

-Hola ___. Perdiste mucha sangre. Cuando te desmayaste empezó a sangrar tu nariz y varios de tus poros. Trata de que no se repita. Aunque no lo creas es muy difícil encontrar sangre A negativo en el banco de sangre. Te daremos el alta en la noche. Alístate-dice para luego retirarse del cuarto.

-No debes pagar el tratamiento-empiezo a decir pero el me interrumpe.

-No te preocupes por eso. Yo te voy a apoyar en todo para que puedas curarte lo más pronto posible.

Conviviendo con CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora