Cap.4

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Adentrándonos en el cuarto capítulo, vemos cómo Augusto regresa a su casa meditando sobre los diminutivos y la niebla del amor, en el que llega a la conclusión de que la vida es una niebla y que no se conoce nada que no se haya querido antes. Llega a casa, se mete en su cuarto y empezó a pensar sobre el matrimonio entre Eugenia y él.

Muchas noches, solían jugar Augusto y su criado Domingo una partida al tute. Una noche de aquellas, durante la mitad de la partida, Augusto, ante la atenta mirada de la mujer de su criado (la cocinera Liduvina), le preguntó cosas acerca de su matrimonio, llegando a la conclusión de que es más fácil casarse que ser casado. Augusto, mencionó a su madre, que le dijo antes de morir que debía traer a casa una mujer que viviera con él y supiera llevar bien los negocios de la casa. Y luego comenzó a hablar sobre su Eugenia, la cual era conocida también por su cocinera Liduvina. Más tarde acudió a su cama donde se acostó con la intención de soñar con Eugenia.

Niebla - ResumenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora