Y que tus labios se muevan al ritmo de mi cantar, de las olas al pasar, del canto de los pájaros al silbar, de la tormenta al empezar, de aquellos dos lujuriosos niños al desear sus mejores deseos.
un puzzle perfecto
Y que tus labios se muevan al ritmo de mi cantar, de las olas al pasar, del canto de los pájaros al silbar, de la tormenta al empezar, de aquellos dos lujuriosos niños al desear sus mejores deseos.