Eran las 6 de la tarde. El calor aumentaba y mi frente dejaba salir unas gotas de sudor como una rosa llena de rocío al amanecer. Como el agua escurriendo por la ventana al llover. Así me sentía yo. Mi hermana había llegado a casa en compañía del que una vez fue su esposo. Aún le tenía cierto afecto, pero de un tiempo para acá me parecía algo aburrido. Saludaron amables y risueños como de costumbre. Yo no tenía mucho humor para platicar con nadie, pero estaban tan contentos que no pude negarme a quedarme a charlar con ellos un rato. Habían comprado un par de cervezas, para aplacar el calor, decían. Sabian que no podría decir que no a beber una, era mi debilidad. Destape la lata y un sonido burbujeante escapo de ella, invitandome a beber de inmediato. Me apresure y le agregue sal y limón, comenzó el festín. Bebíamos, contamos chistes y reíamos mientras la cabeza comenzaba a darnos vueltas por el alcohol que viajaba a través de nuestra sangre. Todo era nada más que alegría, hasta que alguien dijo: "canta hermoso". Note que comenzaban a hablar de canto, de mi y de alguien más. De ti. Ellos no sabían lo que estaban provocando, pero, cada vez que alguien hablaba de ti, sentía un fuerte golpe en todo mi ser, como si un auto chocara contra mi y me aplastara las tripas. Mi hermana, que ya te había escuchado cantar, agregaba algunos adjetivos a la descripción de tu voz como "hermosa" o "dulce". Exactamente lo mismo que yo estaba pensando acerca de ti. "Estúpido alcohol", me dije. Odiaba pensar amablemente sobre ti cada que una gota de licor entraba en mi cuerpo. Por desgracia no lo pude evitar. Con cada cerveza que bebía un pedazo de tu recuerdo se unía a otro en mi mente, como un rompecabezas. Una cerveza y recordaba tus ojos. Otra cerveza más y escuchaba tu voz, otra más y recordaba tu sonrisa. No pude evitarlo, necesitaba otra y otras más y me pregunté, ¿cuantas cervezas más necesitaba para verte?. Lo supe cuando me perdí en sueño y sentí la suavidad de mi cama. Y en mi mente, apareciste tu, con esos cabellos alborotados y tu sonrisa deslumbrante. Te acercaste lenta y amenazadoramente. Besaste mi mejilla y me volviste a sonreír. Le di gracias a mi hermana y mi cuñado. De no haber bebido esas cervezas, tu no habrías venido a mi. Al menos estas conmigo, en mi mente, en mi memoria. ♡
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Una cerveza más
القصة القصيرةSi bebo una cerveza más, recuerdo tus ojos. Si bebo una cerveza más escucho tu voz. Dime, ¿cuantas cervezas debo beber para que tu estés aquí?