HELMET [SIMBAR]

PROLOGO

ÁMBAR SMITH
"POR TRECE RAZONES"

El joven castaño dejó caer la mirada sobre la pequeña caja de cartón que impacto con la parte delantera de su calzado, causando que está se deslicé centímetros delante. Sin pensarlo soltó a gritar furioso.—¡Nicolás quieres dejar de ser tan desordenado!—. Tras no recibir respuesta alguna por parte de su roommate, se dispuso a curiosear el contenido de la misma.

Frunció el ceño.

—¿Cassettes?—Pregunto para sus adentros mientras observaba estos con detenimiento. Nicolas cruzó la puerta principal—.Tienes que parar de dejar tus cosas tiradas antes de ir a trabajar deje todo en orden...

—¿Ni un hola como estas antes de bardearme?—Carcajeo acercándose a  tomar una de las cintas—. No dormí acá...pase la noche con Jimena así que mío claramente no es, igual no sabían que estas cosas aún existían...

—Quizá sean de Pedro.

—¿Conoces a alguien además de el le de uso a esto cuando existe iTunes? Exacto. En el depósito hay algo con lo que se puede reproducir, escúchalas, después me dices que onda.

Simón ascendió tomando la caja para encaminarse al lugar, cuando llegó no tardó en encontrar el radiocasete, se las ingenió en el uso del aparato, se acomodó entre cajas empolvadas antes de reproducir la primera cinta.

«Hola, soy Ámbar, Ámbar Smith. En vivo y en estero. Espero estén preparados porque estoy apunto de contarles la historia de mi vida, concretamente porque mi vida termino. Y si estás escuchando estas cintas eres una de las razones...»

Contuvo la respiración tras sentir el pánico consumiendo su autocontrol, pues el suicido de la joven narradora era un hecho reciente tanto que aún podía sentir el sabor a sandia sobre sus labios en torpes movimientos que le proporcionaban los labios de la misma una semana antes de lo ocurrido, sin embargo se aseguraba no conocerla más allá de haber trabajado para su familia en el pasado o los momentos que cubrió turnos de Pedro en la cafetería durante el verano en el que ella formo parte de personal de empleados—Lo que sorprendió a muchos, incluyéndolo—. Busco algún error en sus acciones al nivel de dejarle esa especie de nota de suicidio. Sin más solo podía repetirse:

¿Qué hice?

"Ámbar Smith murió, y yo Simón Alvarez soy una de las razones."