prólogo

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aunque suene loco, me encanta pensar que gracias a que me echaste un café encima, nos pudimos conocer, pudimos entablar conversación... pude conocer tus gustos, tus disgustos, tus aficiones, momentos de tu infancia, a parte de tu familia, películas favoritas... de todo, y todo en una tarde en donde el sol alumbraba en su máximo esplendor.

lastima que yo no pude mostrarme como soy, lastima que tuve que mentirte... pero no podía dejar que descubrieras quien soy en realidad, no por ahora.

¿qué dices? ¿te invito un café? ; leon goretzkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora