VI

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"-¿No fumas?-me dijo Goye acercándose a mi, procurando integrarme.
"-De pende de que- Él me ofreció su cigarro."
"-Prueba- le coji el cigarro y di una calada."
"-¿Es maría?-y mi cabeza dio un vuelco, nunca probé nada igual, creo que me estaba mareando."
"-Eso no lo se, pero relaja ¿verdad? Es la puta ostia- y me miro."

Goye tenía unos ojos tan penetrantes, eran dorados y enormes. 

"—Eres preciosa ¿Sabes? — casi me atraganto con el humo del cigarro.
"—Venga, yo me... tengo que ir, un amigo mío me estará buscando y claro no le voy a dejar solo— me levante de aquel sofá pero estaba muy mareada y me volví a sentar."
"— Las hierbas son muy fuertes para alguien que no las toma a menudo."
"—Joder."
"—Tranquila solo te he dicho que eres preciosa, lo eres— dijo tocándome el pelo—¿Como te llamas?"
"—Ione—volví a calar el cigarro."
"—Joder, que nombre, ¿De donde eres?."
"—Soy de aqui, no de la capital, de una ciudad mas alejada, pero estoy en Madrid estudiando."
"—Me flipa.— volvio a calar.—Tu nombre digo."
"—Ya gracias, y tu eres ¿Goye?"
"—¿No me conocías?"
"—No."
"—Ala, pues ya me conoces.—entonces así, como si nada, me beso.

No me acuerdo el por que, que se me paso por la cabeza, pues estaba bastante embriagada, pero yo le seguí el beso.
Solo recuerdo lo sedienta que estaba de saborear su lengua, la cual se movia en mi paladar cada vez mas rápido y profundo.

De repente paro se levanto, y se desabrocho el cinturón, y se abalanzo sobre mi cuello. Me mordía de una manera tan salvaje, que parecía un león buscando la yugular de su presa, para al fin hacerla suya.

Yo gritaba, me sentía en la nube, rodeada de tanta hierba, la música de fondo, y un hombre en cima mía haciéndome suya... era maravilloso...

Al momento me di cuenta de que solo estábamos nosotros dos. Y ya no recuerdo más.

Mis recuerdos son pésimos, tan solo recuerdo la sensación de mi piel desnuda en aquel lugar, sucio, y tan caliente. Recuerdo el momento en el Goye eyaculó. Y recuerdo mis gritos, y mis ganas de no parar.

Ya no más. Solo que me desperté sola, en aquel ambiente tan sobrio, y vacío, donde hace poco era lugar de fiestas y lujuria, y cuando abrí los ojos, se convirtió en la nada. Una tenue luz solar entraba por una ventana sucia medio abierta, por la cual tambien pasaba una brisa de aire frio.

Me vestí y baje las escaleras de madera, a la vez que producía ruidos con mis suelas de goma.

Mi sorpresa llego al no ver a nadie, en aquella sala, lo que fue el minibar, y el salon o la pista de baile.

Había un chico. Su cara me sonaba de haberle visto la noche anterior.

"—¿Que haces aqui?— estaba barriendo—no ves que esto ya a terminado, adiós—me dijo muy groseramente."

Como embobada me quede mirando aquel sitio y al ver que no me iba, dejo de barrer y se dirigió a mi.

"—Oye, ¿Estas sorda?—me cogió del brazo y me agarro hasta la puerta mientras que yo forcejeaba.

"— ¡Eh!¡No me toques!."
"—Te he dicho que te vallas de una puta vez— me empujó cuando ya estaba en la calle."
"—¡Gilipollas!— me echó una última mirada de desprecio, las cuales odio con todas mis fuerzas, y después se fue ignorando mis insultos.— será cabrón— dije casi susurrando mientras cogía el camino de vuelta a casa."

~·~

Caminaba pensando en mis cosas, en lo que había pasado. Aunque fue imposible. Mi cabeza reventaba del dolor, aquella fue una de mis peores resacas.

Ni siquiera sabia a donde iba, bueno si, a mi casa, otra cosa es que me dirigiera para allá, por que acabe, en un polideportivo, de no se donde.
Me senté en una grada y recapacite. ¿Que paso?

Una cosa tenía clara: que había ido a la fiesta de Luchi.
Luego conocí a Goye, me lo presentó.
Luego... no se.

Joder, que rabia me daba que no me acordara.

Me quede dormida en aquella grada, vergonzoso. Iban a cerrar y alguien me despertó, eran las seis de la tarde y ni siquiera había comido.

Coji un taxi que me llevo al centro. Toda la gente era tan normal, llevaban una vida normal, en comparación con la mía, joder...

Gire la cabeza y me tope con el retrovisor. Valla cara, tenía unos pelos, y una ojeras, a saber que habria hecho esa noche, además de beber, y fumar, bueno, y bailar, seguir bebiendo, y seguir fumando. Pero... ¿Que era esas manchas de cuello...?

¡Flash! Me vino el momento, Goye encima mía, y yo debajo gritando salvajemente.
"—No, no, no, mierda... ¿Que he hecho?—me tocaba la cabeza como si buscara la respuesta, pero el crimen ya estaba cometido: me acosté con Goye, el novio de Luchi, chicos peligrosos, no eran mi tipo ¿Por que fui a aquella fiesta?. Dijera lo que dijera, pensara lo que pensara, algo me decía que jamás volvería a hacerlo, que jamás volvería a aquel lugar, pero algo mas profundo se moria de ganas de volver, mi lado más pertunbante moria por volver a follar con Goye.

"— Son dos cuarenta señorita— a penas me di cuenta de que habiamos llegado, el taxista me miraba por el retrovisor y al momento bajo del coche para abrirme la puerta trasera—¿Esta usted bien?—me ayudo a levantarme— oiga, ¿Esta bien? ¿Necesita ayuda?"
"—¿Sabes cuando haces algo, malo, pero mueres por volver ha hacerlo? Eso es lo que me pasa, y disculpe por las molestias.— Me levante y busque dinero para darle lo que le debía."

Él cojio el dinero y lo miró, y mientras yo le observaba esperando a que se fuera. Cuando estuve. Apunto de darme media vuelta:
"—Se como se siente—me cogio la mano, y me devolvió el dinero.— No todos los días uno está tan generoso. Así que ve por ahí y cómprate un helado, ves a tu casa y duerme. Y... animo."
"—¿No va a quedarse con el dinero?"
"—Es lo que me gustaría que me ocurriera a mi, por eso lo hago con los demás. Además, usted seguro que lo necesita, hace poco pase por una situación, en la que mi cabeza se volvio loca, volvería de nuevo a aquel momento.— se sentó de nuevo en el coche.— ¡Buenas tardes! —cerró la puerta, arrancó y después de poner el cartel de libre, se fue."

Pocas veces, te puedes encontrar con alguien amable, por eso hize lo que me dijo.

~·~

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⏰ Última actualización: May 12, 2017 ⏰

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