Prólogo

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Observo el coche llegar a una velocidad rápida y sé que hoy no es su día. Se para bruscamente delante de mi y se baja la ventanilla del copiloto. La veo aparecer con una reluciente sonrisa y me la quedo mirando embobado. Es preciosa.

-Sube pesado - me dice su dulce voz y automáticamente entro.

La miro durante unos segundos a los ojos pensando hasta que punto puede hacerme feliz esta mujer. Hasta que observo que el marrón de sus ojos ha desaparecido por completo y solo se ve el negro de sus pupilas, tan dilatadas como hacía unos meses. Hacía tanto que no la veía así. Ojos inyectados en sangre.

-MJ - suspiro mientras comienza a conducir - has tomado...

-Lo siento.. - suspira apretando el volante mientras sale de mi barrio. Pasamos varias casas hasta que se ve el cartel donde se cierra el bario y los árboles de la calle desaparecen y comienzan a aparecer edificios - es que... - hace un silencio y su mirada es fija en el horizonte, mirando fijamente, sin ningun sentimiento, ni un poco de espereranza y, cuando gira hacia el lado pobre de la ciudad ya sé que es lo que ha pasado - Yo de verdad que no era mi intención... pero tienes que verlo tu mismo.

Se queda en silencio y me fijo en sus hombros tensos. No va a aguantar mucho mas tiempo y sé que se esta intentando  controlar pero sé que no se esta dando cuenta de que casi atropella a dos personas ya.
Entramos en una calle abandonada, con cubos de basura, unos usados para dar calor y otros simplemente rotos. Bolsas de basura rasgadas y comida podrida por el suelo. Se acerca a la parte de abajo del puente que conecta nuestros dos barrios y se para a una distancia prudente hasta que sus ojos van dirijidos con rabia y dureza hacia una mujer. Ya no siente pena como hace dos años por ella, ahora solo odio y rabia por lo que en la que le ha convertido. Y lo peor es que yo la odio por haber destrozado la vida de la chica a la que quiero.
Tiene la ropa rasgada y sucia, con los pelos mezclados con el barro y la suciedad de la calle. Vuelvo a mirarla y sus ojos ahora están en el volante. Siento un nudo en el estómago ya que no sé que narices hacer.

-Marie... - y sin dejarme terminar de hablar arranca el motor y salimos a toda velocidad.

Pasamos varias calles y su velocidad aumenta por segundos. Siento como me mezclo con el sillón.

-Marie - intento calmarla - Marie relájate.

-¡¿Por qué?! - grita ahogada - Joder, ¡¿Por qué?!

Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos castaños y caen sobre sus mejillas sonrosadas. Hacía dos años.
Aprieta mas el freno y se centra aun mas en la carretera. Veo la rabia en sus ojos, mezclado con todas las sustancias y el rojo, el cual la ha invadido completamente.
De repente, gira en una callejuela y se le escapa el volante, comenzamos a dar vueltas, intenta frenar pero no puede, el coche ya no toca el asfalto y, lo único en lo que pienso, es en protegerla, en que no le pase nada.

O al menos, lo intenté... por que cuando abrí de nuevo los ojos ví su cuerpo en vuelto entre los cristales, y rodeada de un chorro de sangre. Desmayada sobre el capó. Y ahí me di cuenta que había perdido a la chica con la que pasaría el resto de mi vida.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2017 ⏰

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