nota 10.

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Este capitulo sera narrado.

Este capitulo contendra escenas sexual explicitas y esta relacionado con la pedofilia.


—Tim, jugaremos a lo que tu quieras... —Dijo ella con una sonrisa.

—Bueno, yo elijo... —ella asintio. —¿Quieres jugar a ser grandes?

—¡Si! 

—¿Y sabes lo que ellos hacen? —pregunto el esperando que la respuesta de ella sea un no, esta noche deseable enseñarle.

—Pues si, trabajan, ¿no? —dijo ella inocente provocando una risita a Tim.

—Si, pero ademas hacen mas cosas...

— Entonces, enseñame! —dijo ella ansiosa y con una sonrisa.

—Bien, empezemos... —Y después de eso, Tim beso los labios de la niña haciendo que esta se resaltara abriendo los ojos como platos. —Tranquila, estamos jugando. —susurro el, y ella siguió el beso.

Los labios de Lana eran suaves como el aire, o por lo menos así los sentía el.

Los labios de Tim eran ásperos y grandes, pensaba Lana.


Tim atrajo mas hacia el a Lana y la sentó arriba de sus piernas y ambas "partes" se rozaron. El gimió en los labios de la joven y ella, inexperta hizo lo mismo para seguirle la corriente.

—¿Alguna vez jugaste a esto? —preguntó el con un tono áspero, ella negó y se acerco nuevamente para "seguir el juego" pero se detuvo al sentir su falda subirse.

Tim al ver las bragas rosa pastel de ella, quizás sintió algo de culpa, pero su cuerpo –ni mucho menos su ereccion– decían lo mismo.

—¿Te gustan? —pregunto ella inocente dejando sus bragas a la vista de el.

El asíntío sin quitar la vista de las bragas de la pequeña.

—Los adultos hacen algo que me llama "hacer el amor". ¿Quieres intentar? —dijo el animado.


Lana asintio ansiosa.



Tim llevo sus manos al torso de Lana y empeze con caricias suves y profundas hasta llegar a los senos de la pequeña y sonrio al sentir los pezenos erectos tras la fina tela de la remeara.


—¿No usas sosten? —pregunto levantandole la blusa la niña.


—Mi mama quiere que use, pero a mi me molesta por aqui... —dijo apuntando a sus pezones rosados.


—Si, son una molestia aveces... —murmuro. —¿Por aqui dices que te molesta? —dijo acariciando el pezon izquierdo. Lana asintio apenada. —Yo te ayudare. —y empezo a masajearle los senos con ambas manos.


Los senos de Lana cabian perfectamente en las manos de este.


Con las yemas de su pulgar acariciaba y estimulada el pezon de la niña.



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