La voz susurraba una canción de cuna, que él conocía vagamente.
Sueño que nunca tendré otra vez
Que fue realmente dulce
Pienso que eres solo como ese sueñoSe le erizó el pelo de la nuca. La nana era lenta, calmada, pero terriblemente perturbadora en aquella voz ronca susurrante.
Antes de dar media vuelta, su oído pudo captar otra estrofa de la canción:
Bien, no me importa
Incluso si eres una dulce mentira
Bien no me importa
Porque te haré creerRegresó sobre sus pasos, sólo para estar cien por ciento seguro de que esa habitación era la suya.
Doce pasos a la derecha: la baldosa rota en el suelo.
Cincuenta pasos rec...
—¡Baekhyun!
Respingó tan alto que poco faltó para que su cabeza tocara el techo.
—¡Ay, Madre Santa! —exclamó mientras se sostenía el corazón desbocado en el pecho—. ¡Nayeon, Por Dios! Casi me matas del susto.
—¿Qué hacías aquí? —preguntó la enfermera con enojo en su vocecita—. Son las tres treinta y cinco de la madrugada, ¿no deberías estar durmiendo? ¿O tengo que atarte a la cama?
—No me lo vas a creer —comenzó—. Pero iba directo al jardín a encontrarme con Satán para hacer un pacto, ya sabes. Justamente me pidió la sangre de una virgen para que pueda recuperar mi visión. ¿De casualidad eres virgen?
Baekhyun pudo sentir que Naeyeon negaba con la cabeza. La enfermera lo guió de regreso a la habitación, girando a la derecha.
—No te lo responderé, Baek. A parte, La Hora de las Brujas* fue hace rato...
—Oh, entonces me he atrasado a mi cita.
Doce pasos: la habitación que compartía con Chanyeol.
No cabía duda: su habitación era en la que escuchó la canción de cuna. Quería pedirle a Naeyeon que lo acompañara dentro, que se quedara con él hasta el amanecer, o hasta que se durmiera. Chanyeol no pudo haber sido...
—¿Hay alguien más aquí? —preguntó Baekhyun cuando Nayeon abrió la puerta.
—Nop —respondió descuidadamente—. Solo Channie. ¿Por qué?
—Me parece que escuché a alguien cantar hace rato, no sé.
—Tal vez era Satán... —dijo sarcástica—. Te lo aseguro, porque Channie no pudo haber sido. ¿Channie? ¿Estás despierto?
Baekhyun se quedó en el umbral, escuchando como la enfermera se dirigía hacia la cama del mudo. No hubo golpe, ni nada más.
—Está dormido —corroboró Nayeon. Luego, dio un suspiro ruidoso, como una colegiala enamorada—. Channie es muy guapo... Pero parece que no quiere nada con nadie. Siempre le digo que su mutismo no es impedimento para tener una relación, pues cuando llegó lo veía sonrojarse con la psicóloga Joy.