El desconocido

Capítulo 1 "Desconocido"

Me acomodé mejor en el asiento del metro. Quedaban cinco estaciones para llegar a mi destino y todo el mundo se mantenían en silencio concentrados en sus propios pensamientos, excepto, mis amigos, que iban montando un escándalo al lado mío.

—¡Ha sido impresionante! —exclamó Nancy agitando sus pulseras en el aire.

—Y que lo digas— sonreí e hize una mueca para que bajase la voz.

—Ya entiendo porque les gusta tanto ese chico...—aportó Jason cruzándose de brazos.

El metro estaba abarrotado de gente, pero, de alguna manera Nancy, mi mejor amiga, nos consiguió unos sitios nada más entrar. No pienso preguntarle cómo lo hizo.

—Canta muy bien y sus canciones son muy buenas—les dije.

—Estoy segura de que Jason nos acompañó por algo más...—añadió Nancy rozándome ligeramente el hombro. Se estaba burlando de él — ¿eh, ¿qué me dices? seguro que fue por su increíble sonrisa y marcados abdominales...

Jason rodó los ojos y preguntó—¿Cómo decían que se llamaba?

—Oh por dios...—se indignó Nancy.

—Shawn Mendes—afirmé mientras reía.

—Ah sí, ese ese—Jason se pasó los dedos por su alborotado pelo intentado peinarlo hacia detrás. Era guapo y lo sabía.

—Venga ya Jason, acabamos de salir de su concierto—exclamó Nancy y comenzó a reírse negando la cabeza.

—En mi defensa añadiré que me habéis obligado a acompañaros—levantó los brazos en el aire como si le estuviésemos apuntando con una pistola—pero admito que me ha gustado ¿Vale? Parece majo el chico.

—Que parece majo dice...—Nancy soltó una carcajada que se vi'p interrumpida por el sonido de los altavoces del metro anunciando mi parada.

—Vaya, aquí me bajo—les hice un puchero y me puse de pie. Siempre que nos despedimos parece que no nos vamos a volver a ver nunca más en la vida cuando la realidad es que mañana mismo nos encontraríamos en el instituto.

Mientras caminaba fuera del metro me fui despidiendo de ellos con besos volados y ellos, de manera exagerada, los agarraban en el aire. Una vez que observé como el metro retomaba su rumbo comencé a caminar hacia el exterior, pero cuando me di la vuelta tropecé con una mochila que estaba en el suelo y mi hombro chocó con alguien que seguramente había salido del metro.

—¡Lo siento! — exclamé.

La persona se giró hacia mí y abrió los ojos de golpe. Llevaba una sudadera con capucha y una mascarilla que le cubría la boca por lo que solo podía observar sus ojos. De alguna forma me resultó familiar. Él frunció el entrecejo, se apartó y rápidamente siguió caminando sin mirar hacia atrás.

—Qué raro...—susurré. Eso había sido muy extraño. Querría haber sido más amable y preguntarle si estaba bien, pero, por lo visto, iba con prisa.

Al colocarme correctamente la mochila en la espalda observé que en el suelo se había caído algún tipo de collar o pulsera así que lo recogí y lo guardé. Seguramente era de aquel chico encapuchado.

—Parecía un idol coreano de esos con la mascarilla negra—me dije y reí tras mi ocurrencia.

Era domingo y las familias paseaban tranquilamente por el centro, mientras que yo, intentaba sortear a todas las personas sin chocarme con nadie, acción que no lograba y acababa rozándole el hombro a alguien que terminaba mirándome muy mal.

—Vaya por dios, esto de chocarme con la gente parece mi afición—exclamé.

Cuando por fin llegué a casa me quité los zapatos y me tiré sobre la cama. Mi madre no estaba, pero, mi hermano si, y además podía deducirlo por la música rap que se escuchaba por toda la casa.