Madre, solo hay una

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En un pequeño pueblo, al norte de las montañas; yacia una pequeña casa donde vivia una dulce señora y su hija de 15 años.
La madre despues de ser abandonada por su esposo, decidio hacerse cargo de su aun pequeña hija en ese entonces, obligandola a tener diferentes trabajos de medio tiempo, para si poder solventar los gastos de la casa.
Con los años y despues del estallido de la 3era guerra mundial, la economia no les ayudaba mucho que digamos. Todo habia subido de precio, el pan que costaba 3 chelines la bolsa subio a 10 y la leche que costaba 10 se triplico de precio. Era una epoca dura, sobretodo con la llegada del invierno.

-Mami... esta empezando a hacer frio.- dijo la niña que se cubria con una manta al lado de una fogata improvisada.
-Descuida mi hijita, acercate para poder estar mas calentitas.- dijo la madre

La niña se acerco a su madre para poder dormir tranquilas mientras dejaba que el fuego de esa pequeña fogata.

~¤~

A la mañana siguiente ambas mujeres, madre e hija, se alistaron para ir a la iglesia como todo los domingo. Siempre asistian para pedirle a dios fuerzas para seguir adelante.
La señora madre solia preparar tamales para luego venderlos y ganar algo de dinero. Eran famosos ya que todos le compraban.

-Hey Margarita. De los de siempre.-
-Buenos dias Don Gustavo, los mas oscuritos no es asi?-
-Si, a mi hijo y mi esposa nos gusta ese toquesito a quemado. Has pensado llevar estos manjares a la ciuda?-
-No lo se Don Gustavo, y si a todos no les gusta?-
-No te preocupes de eso. Mira tengo un contacto en la ciudad donde te pueden abrir un negocio.-
-En serio? Eso seria maravilloso. Se lo agradeceria mucho.-Te dare la respuesta mañana Margarita, saludame a Amelia de mi parte. Cuidate.-
-Como no, gracias.-

La semana paso, y Doña Margarita nunca recibio la respuesta de Don Gustavo. En el transcurso de esa dura semana, un grupo terrorista se metio en la casa del empresario y los ejecuto cual si fueran perros. Dejando sus cadaveres colgados en la plaza del pueblo. Todos guardaron luto por mas de 2 semanas.

~¤~

Llego el dia sabado. La señora salia de su trabajo y se dirigia rumbo a casa. No sin antes comprar los insumos para preparar los tamales que venderia al dia siguiente.
O.... pero esa noche, esa nefasta noche. Algo que a ninguna persona no le gustaria sentir ni aunque estuviera al borde de la muerte. Esa noche, todo paso.

Para empezar, la señora no llego a conseguir la carne para preparar sus tamales. No podia vender esa masa insipida de mais sin nada de relleno. Eso fue lo primero que la desespero. Luego mas alla fue testigo de ver como unos hombres golpeaban a un pobre niño, era demas decir que el niño ya estaba muerto. Pero lo que la llevo al borde de la locura fue que en una casa se encontraba quien antes era su esposo, quien estaba con su nueva mujer y sus hijos.
La madre llego corriendo a su casa con una sonrisa torcida, se acerco a la pequeña cama donde su hija dormia, agarro un cuchillo y se lo clavo en la garganta.
La niña desperto solo para ver como se desangraba, y noto que su madre sonreia macabramente. Como si ya no le importara ni su vida ni la de ella. Y antes de sucumbir, solo llego a escuchar....

-Esto lo hago por tu bien.-

Despues de 3 minutos, la niña muere. Y la madre en completo estado de shock, comiensa a desmenbrar el cadaver de su hija; sacando la piel, organos y carne para luego molerlas.

~¤~

A la mañana siguiente, el segundo domingo de mayo. La madre se dirige a la iglesia como si la noche anterior nunca hubiese pasado. Despues finalizada la misa, la señora sale a su puesto para empezar a vender los tamales.

-Doña Margarita, no he visto a su hija. Esta bien?-
-O Padre Felipe, ayer me ayudo a preparar los tamales y se quedo dormida del cansancio.-
-Ya veo, con razon estan deliciosos. La sazon de un niño es unica, ahora es como si todos los tamales llevaran algo de ella en ellos.-
-Tiene razon Padre, tiene mucha razon.-

Despues de que se acabaran los tamales y la señora se marchara. Un niño vio algo en uno de los tamales, se lo enseño a su madre y esta quedo horrorizada al ver que lo que el niño noto era un ojo.
Despues de un rato la policia llego a la casa de doña Margarita y la encontro acariciando el cadaver de su hija.

-No hagan ruido, mi bebe esta durmiendo.-

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