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—Gracias JaeHyun —agradeció DoYoung recostado en la cama del pelinegro, todo limpio y con ropa del dueño del departamento.

JaeHyun al encontrar al otro en la situación en la que se encontraba, cargó entre sus brazos a DoYoung y lo llevó a su departamento.

Lo metió en la tina de su baño para bañarlo con agua bien tibia y aliviar los temblores de su cuerpo.

Hizo lo posible para no mirar el cuerpo del otro, y lo logró.

Apenas, pero lo logró.

Lo vistió con su ropa que ya no le quedaba del todo bien y lo acostó en su cama para que descansara.

Le preparó un té para que pueda tomarlo al despertar y esperó a que se despertara.

—No fue nada DoYoung, fue mi deber.

—¿Deber? ¿Por qué? —lo miró confundido el castaño.

—Mi deber es proteger a las obras de artes que existen, y tú eres la principal en mi vida.

Fotografía  ✏JaeDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora