Sangre Pura - Draco Malfoy

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Me levante al sentir un brazo a mi alrededor, me di la vuelta y justamente me encontré con un Draco dormido y relajado.

Me salí poco a poco de la cama sin despertarlo. ¿Como rayos dormimos juntos? Fui a mi baúl y busque algo de ropa para pasar el día. Llevamos 3 días en este apartamento y espero que el resto sean relajados. Me adentré al baño y me di una relajarte ducha. Me arreglé el cabello y salí del baño. Lleve la ropa usada a mi baúl. Me fije que la cama estaba vacía. Luego escuche como se cerraba la puerta del baño.

Suspiré y salí directo para La Cocina. Tomé un vaso y serví jugo de calabaza. Abrí las ventanas que daban directo para la cocina.

Me senté en el comedor y termine de tomar el jugo. Porque nos estamos comportando como unos idiotas. Detesto eso realmente, todo fue desde que nos dieron la "misión".

Miré la hora y eran las 9 de la mañana. Es realmente temprano pero quiero aprovechar el día. Conocer las esculturas de los muggles, ver lo que hacen.

-Buenos días -Dijo el rubio entrando a la cocina. Tan natural y relajado. Llevaba una camisa negra sencilla y un pantalón negro. Su pelo rubio estaba mojado y un poco desordenado dándole ese estilo rebelde que vuelve loca a las niñas de Hogwarts.

-Buenos días -Mencioné para luego mirar por la ventana que recién abrí. Pasaban cosas con ruedas, niños corriendo en las esquinas. 

-¿Quieres desayunar? Ayer vi un local de comida cerca...- Dijo despacio, temiendo que lo negara o algo por el estilo.

No estaría mal salir con el, solo que es un idiota con lo que me dijo ayer.

-Prometo no coquetear con nadie delante tuyo- Delante mío, pero de espaldas si verdad?- De espaldas tampoco.

-Mierda deja de leer mi mente Malfoy- El solo río un poco- Está bien, solo porque tengo hambre- Dije para salir de ahí y entrar a mi habitación para buscar mi varita y colocarme mi túnica. No me importa que me queden mirando así visto y así vestiré. Tenía colocado una camisa color crema, una falda negra, unos zapatos cremas y me preciado collar que me regalo mi padre.

Por cierto, ya falta muy poco para cumplir mis 17 años. Por lo que se es que Draco ya tiene los 17 desde hace como 2 meses creo, en su casa le celebraron su fiesta con mi padre y los mortifagos. Yo no asistí, no me interesaba realmente, aunque si lo conociera como lo conozco en estos momentos iría.

Mi padre no es malo por así decirlo, pera claro que ha tenido sus momentos de ira y matar a todo el mundo y más cuando lo retan. Pero con la familia hay algo que no le permite transformarse, y eso es demasiado extraño por lo visto.

Se preguntarán si en el colegio me llamo por mi apellido Riddle, si, todos saben que soy hija de el. Pero lo que ellos creen es que fui criada por mi madre y que el no sabe que soy su hija. Además creen que el está muerto, creen y creen muchas cosas. Pero mi padre regreso más vivo que nunca.

Además si el llegase a morir, que es claro que no. Yo heredo su puesto, pero hay algo que no saben, al yo no morir el no muere llevo mitad de un horrocrux en mi sangre. Cosa que es muy peligrosa pero nadie sabe esto, solo mi madre, mi padre y claramente yo.

Se supone que a la edad de 18 mi padre me comprometa con una persona, que aún desconozco. Es injusto claro está, pero jamás deshonraré lo que mi padre hace por mí. Jamás me negaría a algo que él quiere, sé que él nunca me defraudará.

Salí de mi habitación con mil cosas en mi mente. Malfoy se encontraba sentado en el comedor, al verme simplemente se colocó de pies y caminamos hasta la puerta. Me dejo pasar adelante para luego el cerrarla.