Era el típico día de clase, lunes por la mañana. Todas las calles llenas de jóvenes apresurados por llegar a sus clases, y por supuesto, los cafés también estaban a reventar. Como todos las mañanas, fui por mi café a la cafetería más cercana, ahí me encontré con Andrew, mi mejor amigo. Andrew poseía una belleza extravagante, sus ojos eran azules, pero casi no se notaban porque siempre estaban escondidos tras sus lentes. Su rostro, era pálido y afilado, con pómulos resaltados y un mentón bien formado. Su cabello era negro, lacio y siempre lo tenía el la cara. En cuanto a lo demás, no era nada fuera de lo normal, un típico chico de 17 años pasando por su fase emo. Y bueno, ahí estaba, con la nariz metida en un libro y la música a todo volumen. En cuanto llegué alzó la mirada y me tendió el café hirviendo, seguido de esto, se paró y nos dirijimos hacia su auto. Al llegar, me miró directo a los ojos, me sonrió y me preguntó si estaba lista para otro día rodeada de gente. Esto era tan natural, que sólo sonreí y volteé los ojos, el se rió y arrancó el auto.
Al llegar a la escuela, el primero en interceptarnos fue el torpe Richard, nuestro mejor amigo. Nos saludó casualmente, después de un rato de charla, escuchamos el timbre y supe que había llegado el peor momento del día, separarme de mi mejor amigo. Ugh, como odio ese momento, Andrew es la única persona que me soporta y la única a la que soporto. Pero, como sea, así son las cosas y así se tienen que cumplir. Cuando Richard escuchó el timbre me sonrió y dijo:
-Te vemos en 2 horas, guapa- y me guiñó el ojo
Estaba claro que a Richard le gustaba joderme la vida, claro que no soy guapa, soy la chica promedio de la preparatoria, aquella que no volteas a ver porque siempre tiene la nariz metida en algún libro extraño. No soy delgada, mi cabello siempre está enredado y mi ropa es muy ancha. Jamás entendí cual era el propósito de Richard al decirme guapa, pero bueno, no podía seguir pensando en eso, tenía que llegar a clase de anatomía en menos de 2 minutos.
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Ps. Me enamoré
RomanceNarra lo imperciptible y espontáneo que es el amor. una historia verdadera, basada en sentimientos reales, crudos y duraderos. Con Andrew siempre fue igual, desde el momento en el que lo vi, mi cuerpo supo que era él al que quería a mi lado, no com...