Eres mi única luz

D I E Z

— Tantos Años pasaron y tú decides volver, toda mi felicidad se vio frustrada por ti. No quería qué nue....estro hijo supiera, agh me cuesta decir qué mi pequeño también es tu hijo. "Porqué "aún me lo sigo preguntando, porqué volviste cuándo había recostruido toda mi vida y felicidad, siempre tiendes arruinar todo¿ no es cierto? . No tiene sentido qué yo le cuente a mi pequeño del el porqué de tú ausencia, no ganaría nada más qué el te odié, no creó que quieras eso ¿ no es cierto?. Desde aquél día qué dijiste qué tener un hijo mío, sería tu mayor sueño, acaso ¿debería destruir ése sueño cómo tu me destruiste a mí.?  No,no, no lo haría porqué yo sí te ame, a diferencia tuya. Esperó qué hayas formado una vida y una família, Acosta de mí sufrimiento, le deseó lo mejor a los dos. —

____________________________________________________________________

Narradora Omnisciente©

El joven aún dolido por escribir esas palabras, tomó la hoja y la quemó. Para qué nadie supiera, le daba escalofríos pensar, qué hubiera pasado sí su hijo se cruzaba con el, en el evento de la escuela. Sacudió la cabeza para alegar ésos pensamientos, recosto su rostro sobre el escritorio, tratando de dormir. No lo logró cuándo escuchó la puerta abrirse, éste sabía qué sería su hijo.

James se acercó a su
"madre "para pedir permiso sí podía acompañar a los sirvientes hacer las compras. Pero se encontró con Ciel dormido en el escritorio, así qué le puso su manta por enzima y lo movió. Cuando vio qué abrió los ojos y lo miro, le preguntó. 

— ¿Mami podría acompañar a los sirvientes hacer las compras? Estoy aburrido —Le pidió mientras veía cómo Ciel se puso derecho en su asiento, volteando la cabeza y mirando el tiempo atraves de la ventana.

—James sabes qué hace mucho frió, te podrías enfermar a demás se avecina una tormenta —Dijo mientras miraba cómo nubes grises cubrían al antes, azul cielo.

— Vamos Ciel, Deja ir al pequeño, será rápido, además lo habrigaremos bien —Le pidió Grell, mientras entraba al despachó.

— Tsk este bien si tu también vas, pero cuidalo porfavor, no quiero qué le pase nada a mi hijo — Pidió Ciel mientras se levantaba de su asiento y caminaban, hasta la puerta principal de la mansión.

El joven de mirada azulina, abrigo a su hijo, despidiendose de el con un besó en la frente y una mirada llena de amor y devoción por su hijo.

" Sin saber qué por aquélla puerta se iría su alegría " 

Los sirvientes, Grell y James se marcharon hacía la tienda, dejando a un Ciel preocupado y a Lizzy quién cocinaba. Ciel entró  a la cocina sentándose en la mesa,viendo cómo su prima hacía cupcakes de todo tipo.

—No tendrías qué estar tan preocupado, Grell-san lo cuidara,— Decía Lizzy tratando de tranquilizar a su primo, y le decía qué ella era la preucupada siempre.

—Tengo la sensación qué algo malo va a pasar — Le dijo ojiazul, Lizzy se volteó a mirarlo, mientras cambiaba el tema de la conversación.

—Dime, no pensaste en tener una pareja, nose digo a James la agradaría —El comentario de la pelirubia hizo qué Ciel se sonrojara y negara con la cabeza, mientras ella reía por la cara de su primo.

Por otro lado se veía a los sirvientes, a Grell y a James entrar en la gran tienda. Grell quedó fascinado al ver unos perfumes de color rojo, cargó al pequeño y fueron a ver esos perfumes, mientras los sirvientes compraban lo necesario.