Por Amor A Ti

Epílogo

Un poco más de un año había pasado desde los terribles acontecimientos que, aun con el dolor que llevaron, al final trajeron una gran felicidad a ciertos patinadores... Javier Fernández y Yuzuru Hanyu. Quienes alguna vez fueron grandes amigos, ahora se encontraban en una relación amorosa.

Por un tiempo habían decidido ocultar su relación, pues querían ahorrarse las molestias de hablar con la prensa, ello no podría evitarse, lo sabían bien. Pero aquello no duro demasiado, ambos querían dar a conocer su relación. Ocultarlo no tendría sentido, no veían porque seguir tapando la verdad, su felicidad.

Se llevaron una sorpresa al ver lo bien que las personas más cercanas a ellos, así como quienes los admiraban por todo el mundo, se tomaron la noticia. Claro que los comentarios negativos también estuvieron allí, pero ello no les había importado.

La vida para ambos era magnifica. Uno al lado del otro, juntos... Aunque había veces que los malos recuerdos volvían, ello no arruinaba su felicidad.

POV Javi

Todo ocurría frente a mis ojos, no podía hacer nada para detenerlo. Allí me veía, era yo... Destruyendo en mil pedazos el corazón de mi amado, con palabras que hasta el día de hoy lamento que salieran de mi boca.

El escenario cambió, ya no me encontraba allí. Era la habitación de Yuzu, él buscaba algo en uno de los cajones de la mesita de luz. Al parecer no tardo demasiado en hallarlo, era ese pequeño frasco, aquel que contenía lo que mi amado vio como opción para cumplir lo que él había pensado que era mi deseo.

Aunque intentara detenerlo, no lo conseguía. Solo podía estar allí como espectador.

Su corazón comenzaba a latir con mayor lentitud a cada momento, el sonido de sus latidos estaba dentro de mi cabeza, lo oía a la perfección. Quería ayudarlo, quería detener todo lo que estaba ocurriendo, pero nada era capaz de hacer.

¡Yuzu! ¡Por favor, no lo hagas!

Por más que gritara, aunque de tanto gritar lastimara mi garganta, no podía hacer más que eso, y no fue suficiente. No me oía, no me veía, no había nada que pudiera hacer...

Y de un momento a otro el sonido se detuvo, no podía hacer nada para salvar a quien más amo, lo perdí, por mi error. Ya no había vuelta atrás. Solo pude observar lo que había provocado.

Solo pude llorar en el silencio de esa fría habitación donde yacía el cuerpo sin vida de aquella persona a quien tanto amo.

¡No! ¡Te lo ruego! ¡No te vayas! ¡Yuzu! ¡¡No me dejes aquí, sin ti...!!

― ¡¡Yuzu!! ―grite con desesperación. Había despertado, solo fue una pesadilla. Una más...

Trate no prestar atención a ello. Esas pesadillas ya no son tan frecuentes, poco a poco se alejan y dejan de herirme.

Ha pasado poco más de un año desde que comencé a salir con mi amado Yuzuru. Antes de ello pasamos por momentos realmente difícil, uno en especial. Aquel día que aún no olvido, un día que jamás seré capaz de olvidar.

Aquel error que cometí, lo que aquello provoco. Siempre me he lamentado por ello y lo seguiré haciendo. Pero, también pienso que haber pasado por todo ese dolor fue lo que nos trajo aquí, a nuestra felicidad.

Me levante de la cama que actualmente comparto con la persona que amo. Yuzu no se encontraba en casa, hoy era mi día de descanso pero no fue lo mismo para él.

Insistió para quedarse en casa, hay veces que puede ignorar por completo sus días de entrenamiento si se trata de pasar tiempo conmigo, pero no puedo permitirle algo así. Por más que insista sabe que no voy a ceder, no quiero que ignore algo que siempre fue importante para él.