Capitulo 3

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Mientras tanto en las canchas de fútbol, se podían distinguir a un montón de jóvenes que se encontraban presenciando uno de los mejores partidos de la historia. Llevaban más de treinta minutos y ninguno de los dos le permitía al contrario acercarse a la portería con el balón. Las cosas iban muy parejas en el partido de BUTCH VS BELLOTA. Ambos jóvenes tienen un control del balón inigualable al de cualquier humano común y corriente.

En uno de sus contraataques Bellota logró arrebatarle el balón a Butch, cuando estaba dirigiéndose a la portería fue interceptada por Butch, pareciera que este le iba a quitar el balón pero en una pequeña "distracción" hizo que perdiera la concentración y permitiera a Bellota pasar sin ningún contratiempo, ¿Cuál fue esa distracción? Pues unos chicos en las gradas estaban hablando de lo linda que era Bellota y de lo hábil que ella era en todos los deportes, Butch se percató de esto y cuando volteo a verlos, pudo ver como en sus rostros la expresión que tenían al hablar de su contrincante era de una sonrisa traviesa y ojos curioso que no dejaban de ver a la chica, Butch no se contuvo y volteo su mirada a donde estaban ellos para indicarles "Se atreven a hablarle, insinuársele, mirarla o tan si quiera pensar en ella de esa forma y les juro que los dejó sin descendencia".

Cuando se dio cuenta de que su mirada había surtido efecto, decidió regresar su vista a la chica con la que estaba compitiendo, pero cuando regreso a la realidad, ella estaba a unos metros de la portería, el corrió a todo lo que le daban sus piernas, sin embargo cuando Bellota pateó el balón, él lo único que pudo hacer fue rozar el balón con los dedos, quedando así 1-0 en el marcador.

En ese momento Bellota se acercó a extenderla la mano, lo ayudó a levantarse y una vez que Burch se reincorporo fue la oportunidad perfecta para que Bellota disfrutara de su "victoria".

-¿Y qué se siente perder siempre contra una chica en deportes?-en el momento en el que dijo eso, Butch comenzó a pensar en su sonrisa tan egocéntrica, su mirada tan arrogante y su rostro que se veía tan...tan...her...en ese momento él se dio cuenta de lo que estaba a punto de pensar y esfumó esa idea inmediatamente, solo podía ver como ella se reía de él, al ver la cara que este poseía todo el rato en que ella le había estado hablando.

Él no podía enojarse con ella, así que al final terminaron riendo los dos jóvenes para que después de un rato siguieran con el partido.

Ya habían transcurrido veinte minutos desde que los dos verdes habían comenzado de nuevo el partido, ahora el juego se cobraba más intenso, el marcador se encontraba en 1-0 y los jugadores tenían que; o asegurarse que se quedara así o darle la vuelta a este.

Tras haber jugado por tanto tiempo los jóvenes comenzaron a cansarse y decidieron tomar un descanso antes de ver quién era el mejor futbolista de los dos.

Los jóvenes se sentaron en unas bancas que se encontraban en las canchas, Bellota tenía una toalla que estaba utilizando para secarse el sudor, mientras que Butch tomaba de su botella de agua, este no podía evitar mirar de reojo a Bellota, cada gota que se resbalaba por su rostro la hacía más hermosa, mientras Butch estaba distraído observando a Bellota este no se dio cuenta de que alguien se estaba acercando a ella, hasta que el joven estaba en frente de los dos verdes.

-Hola Bellota-dijo el joven Takami Natsu (un joven de cabellos dorados y ojos violetas con reputación de casanova)-que hermosa te vez hoy-dijo Natsu con una sonrisa egocéntrica y una mirada coqueta.

-piérdete-dijo Bellota con mirada indiferente y dirigiendo su vista a su mochila para sacar una botella de agua.

Natsu se hizo el herido y en ese momento se acercó a Bellota, ella al percatarse de su cercanía dejó su botella aun lado y volteo su mirada a la del joven que no tenía su rostro muy lejos de su cara, solo que ella lo miraba con cólera mientras él con pretensión aunque un pelinegro no estaba nada contento con lo que estaba viendo.

-¿PERO QUIEN CARAJO TE CREES?-tras decir esto el solo le dedico una sonrisa burlona y le agarró un mechón de sus cabellos negros y comenzó a jugar con él.

Bellota le iba a reclamar ya estaba lista para golpearlo pero en ese momento alguien se le adelanta y de un golpe deja a Natsu tirado en el piso.

-¿Qué TE PASA?-preguntó irritado Natsu mientras una línea de sangre le recorrió su labio.

-No permitiré que le pongas una mano encima- Dijo Butch totalmente rojo de la ira y tronándose los nudillos mientras se iba acercando a donde estaba Natsu con un aura oscura que no auguraba nada bueno para Takami.

-¿¡PERO QUE!?- al darse cuenta de las intenciones de Butch, Natsu comenzó a retroceder-espera, que demonios planeas.

En ese momento el mostro una sonrisa burlona y agarró a Bellota de la cintura apegándola a su cuerpo- Pues que crees idiota, vuelves a tocar a mi chica y te castro- mientras decía esto Bellota trataba de zafarse de su agarre mientras que al mismo tiempo trataba de ignorar el sonrojo que se tornó en sus mejillas al escuchar lo que había dicho Butch.

-qué demonios estás diciendo-preguntó Natsu estando de nuevo de pie-ella no es tu chica, ni siquiera es tu amiga-digo con un tono que demostraba total confianza en sus palabras (al menos por ahora, ja ja)

-esté tan seguro de eso- dijo Butch con una mirada asesina y expresión seria que incluso preocupo a Bellota.

-por...porque lo dices-pregunto asustado Natsu (dónde quedaron esas agallas Takami jeje).

Después de que dijera eso, Butch acercó a Bellota a su cuerpo de tal modo que sus rostros estuvieron uno cerca del otro.

-pero...qué crees que...-Bellota estaba más roja que un tomate, y su voz se empezó a tornar nerviosa (no solo por la situación en la que estaba con Butch sino también por el coraje) pero antes de que pudiera reclamarle algo fue interrumpida por los labios del chico.

Natsu estaba con los ojos desorbitados, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.

En cambio Bellota estaba más que sorprendida, su rostro no dejaba de tornarse de distintos tonos de rojo, al inicio ella forcejeo pero después su cuerpo reacciono solo y terminó siguiendo a Butch, colocando sus brazos alrededor de su cuello.

Pasaron unos minutos y los dos jóvenes se separaron por falta de aire.

Una vez a se separaron Bellota solo se quedó congelada, dirigiendo su mano directamente a sus labios como si temiera perder esas sensación que acababa de experimentar.

Mientras tanto con Butch lo único que se podía ver en él era su gran sonrisa y un leve rubor en sus mejillas.

-No puedo creer que me haya animado *y sobrevivido en el intento*- se decía mentalmente Butcho con una sonrisa y un fuerte color rojo en sus mejillas debido a la acción que se había animado a hacer.

En ese momento algo se apoderó de Natsu y trato de golpear a Butch por tocar a "su" chica (en verdad, eso es suicidio) pero antes de que pudiera hacer algo Bellota lo dejó fuera de combate.

-¿Y eso a que vino?- dijo Butch con una sonrisa burlona al ver lo que había hecho Bellota.

-No te importa-tras decir esto ella le golpeó la cabeza para luego coger el balón que estaba a su lado y encaminarse al campo de fútbol.

-OYE, ¿ESO PORQUE?-dijo Butch sobándose la zona que fue golpeada y dirigiéndose a donde estaba Bellota.

En ese momento Bellota se voltea y le dirige una sonrisa que deja al pobre sin palabras y a la vez calma su ira- no importa, continuemos con nuestro partido.

Tras decir esto Butch le sonrió de igual forma y se dirigieron al campo para comenzar otra "batalla" donde al final terminaran empatando.

Mientras transcurría el partido los dos jóvenes no podían evitar de sonreír, en ese momento Bellota estaba muy feliz (aunque no lo crean) por fin había logrado que ese idiota se le declara, aunque no haya sido con palabras ese beso significo mucho para ambos lo suficiente como para saber que ambos ya estarian juntos oficialmente sin que nadie se sintiera con la autoridad de separar ese romance tan extraño que había surgido entre los dos, ya solo existía un solo pensamiento en la cabeza de Bellota.

Como les habrán ido las cosas a mis hermanas.

Tras este pensamiento el receso continuó y a su vez la vez la alegría de los verdes que continuaría mientras estuvieran juntos aunque a veces les costara admitirlo... debían decir que este 14 no fue tan malo como lo habían pensado.

Un San Valentín en SaltadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora