Capitulo 4

712 36 2
                                    

Capítulo 4

En cuanto Bombon había salido del salón había tratado de buscar un lugar donde pudiera leer con tranquilidad, sin embargo cada que creía haber encontrado el lugar perfecto siempre un grupo de jóvenes llegaban con alguna clase de declaración que aunque a bombón no se le hacían groseras de parte de los jóvenes ella no tenía ninguna intención de corresponderle a ninguno por lo cual con algún comentaría decente de aquellos que solo ella podía dar, rechazaba las propuestas de todos aquellos chicos y se retiraba del lugar esperando encontrar la paz en alguno sin embargo siempre se repetía la misma situación.

-Parece que este va a ser un largo día- se decía Bombon a sí misma después de dar un largo suspiro- y para mi pesar ninguna de esas confesiones son de quien me hubiera gustado que vinieran- pensaba la pobre Bombon algo deprimida por ese pensamiento.

Después de mucho recorrer la escuela por fin pudo encontrar un lugar tranquilo donde pudiera leer sin que nadie la molestar, se sentó cerca del árbol de cerezo ya que este le proporcionaba la sombra adecuada para relajarse a gusto junto a su nueva novela que el profesor le había regalado, la cual trataba de cómo un joven buscaba eliminar a la hija de su mayor enemigo, él deseaba matarla pero conforme la iba conociendo, el tiempo permitió que un romance entre los dos fuera naciendo pasando del odio del joven aún amor prohibido que no sabía si era correspondido, por un momento Bombon se sintió relacionada con la historia debido a que hace unos años cuando apenas eran unos niños los RRB las odiaban a muerte de hecho disfrutaban el hacerlas sufrir de todas las formas que sus mentes pudieran formar pero conforme fue avanzando el tiempo las chicas se pudieron dar cuenta de cómo los chicos a pesar de aparentar esa faceta de chicos malos que el mundo debería de odiar realmente en el fondo eran igual de bondadosos que ellas, tenían un alma que lograba sentir como cualquier otra, sentían alegría, tristeza sufrían incluso más que cualquiera y aun así lograban mostrarse fuertes cuando la situación lo ameritaba, antes que andar haciendo maldades para ellos era primero el bienestar del otro como buenos hermanos que son, inclusive podrían llegar a amar con una profundidad si es que se lo proponían....

-¿amar?- en ese momento cuando formuló esa última palabra por alguna razón el rostro de Bombon se torno de un color de rojo que podría igualar a esa mirada rojo pasión de aquel joven que ya desde hace un tiempo le había robado más de un pensamiento a la joven Bombon.

Sin darse cuenta mientras más se introducía en sus pensamientos una mirada curiosa no podía evitar deleitarse al mismo tiempo que divertirse mientras veía los múltiples gestos que la joven oji-rosa ponía cuando sus pensamientos se desviaban completamente del motivo principal por el que había ido a ese lugar a descansar.

Como puedes ser tan linda, Blossom-decía un abochornado Brick mientras se tapaba su sonrojo con su inseparable gorra roja mientras una sonrisa traviesa se formaba en su rostro.

-mejor continuare leyendo, no tiene sentido preocuparme por esas cosas- digo Bombon tras un pequeño suspiro para luego volver a prestar atención a la lectura- "el soldado se encontraba perplejo ante lo que sucedía, miró al joven aún con sorpresa mientras este trataba de ocultar a la joven entre sus brazos, abrió los ojos con sorpresa y le preguntó: vas a arriesgar tu vida con el fin de rescatar a una de las prisioneras de la inquisición, ¿por qué harías tal acto?"

-"por amor...respondí sin vacilar ya que prefería dar mi vida a estar sin la joven con la que quiero pasar el resto de mi vida".

Al oír esa voz tan familiar Bombon dirigió su mirada con una sonrisa cómplice para encontrarse con los peculiares ojos rojos de su acompañante.

-Hola Brick, parece que ya lo has leído y eso que no te gustan las novelas románticas, eh?-comentó la joven con cierta burla hacia el joven, sin embargo este devolviéndole la sonrisa decide tomar asiento al lado de ella.

Un San Valentín en SaltadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora