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Atravesó la puerta, aún tenia valor de seguir sus pies estaban cansados, pero su corazón le suplicaba avanzar.

Detrás de aquella puerta está el chiquillo que no deja de lamentarse. —Hoseok sintió su corazón explotar en ese momento, solo una puerta más —.Toma esto y resuelve la prueba final.

Lanzó a sus pies un pequeño libro con un forro rojo, lo tomó en sus manos temblorosas y corrió hasta aquella puerta.

— ¿Volveremos a encontrarnos?

No pienses en mí, si sales victorioso, te veré al otro lado — Mordad desapareció frente a sus ojos lentamente.

La puerta no tenía ningún tipo de cerradura, se encontraba totalmente sellada, pero un extraño diagrama tallado en la fina madera llamo su atención.
Nueve hendiduras formaban líneas de tres por tres...

Sus dedos recorrieron las líneas y como un golpe en la cabeza, la idea llegó, había llegado el momento de utilizar las cinco cartas

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Sus dedos recorrieron las líneas y como un golpe en la cabeza, la idea llegó, había llegado el momento de utilizar las cinco cartas. ¿Pero cuál sería el orden? Si tan solo las colocaba en los espacios vacíos que él creía conveniente, ¿la puerta se abriría?

Abrió el libro, las páginas estaban vacías, maltratadas y amarillentas, pero, en la última hoja había una nota:



"La puerta sin duda vibra pero está bien cerrada y lista.

Un secreto se oculta más allá de la vista, tal vez pienses ¿Qué podría ser?

Necesitas cinco cartas mágicas si lo quieres ver.

¿Qué hacer con todo esto? Te preguntaras.

No te preocupes, ya te enteraras...

Ahora lo primero que has de saber es que cada hilera algo a de contener.

Demasiado difícil será encajar tres.

El hombre boca abajo, está en el suelo, a su derecha a su izquierda,

Nadie que le de consuelo.

Pero déjalo tranquilo con sus profundas lagrimas del Nilo.

La luna está en el cielo, llena y creciente de alto vuelo.

Luz centellante, corona en el coco del payaso Loco.

Su excelencia alabando a dios más alto,

¿Podría decirme acaso sin el menor reproche,

por qué mira alto hacia el cielo de la noche?

¿Lo tienes ya ahora? ¿No lo has olvidado?

Un punto importante que no debes de haber olvidado y ahora finalmente

Y sin que sirva de precedente, una pista más te digo.

Terrorífico y odioso en la noche acecha ten mucho cuidado...

¡No está a tu derecha! Gira hacia la izquierda y la tendrás a la vista.

¿Abrirás la puerta entonces?"

Rápidamente Hoseok había identificado el orden de las cartas, las había mirado con detenimiento mientras releía en silencio la nota escrita con un crayón azul. El acertijo no sería difícil de resolver, asumió.

— "El hombre boca abajo, está en el suelo, a su derecha a su izquierda, nadie que le de consuelo"

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— "El hombre boca abajo, está en el suelo, a su derecha a su izquierda, nadie que le de consuelo"... — Entonces sus dedos tomaron la primera carta, El colgado, se relamió los labios y colocó la carta en la hilera inferior, justo en el centro.

Un pequeño clic, le robó una sonrisa, se apresuró a leer el texto.

— "La luna está en el cielo, llena y creciente de alto vuelo... — era ahora el turno de la carta de La Luna la acomodó en la esquina superior derecha —. Luz centellante, corona en el coco del payaso Loco"... — La carta, El Loco la colocó debajo de La Luna, un doble clic le aceleró el corazón, estaba a tan solo dos cartas de verle otra vez.

Relamió una vez más sus labios, mordió su mejilla interior y parpadeo un par de veces, en su mano izquierda, reposaba el libro y en su derecha las dos cartas restantes.

—"¿Podría decirme acaso sin el menor reproche, por qué mira alto hacia el cielo de la noche?" — miró confundido el par de cartas, estaba confundido, se había atorado —. "Terrorífico y odioso en la noche acecha ten mucho cuidado... ¡No está a tu derecha! Gira hacia la izquierda y la tendrás a la vista."

Analizó las cartas y en su mente repitió el par de frases restantes, cerró los ojos un momento suplicando no equivocarse, sus manos temblaban pero atinó a colocar la carta del Ojo en la esquina superior izquierda, y aun dudando de su elección, lentamente La Sacerdotisa se posó debajo de la última carta colocada en aquel plano.

El par de segundos se hicieron eternos, su respiración se aceleró cuando un último clic se escuchó.

Sin darse cuenta sus lágrimas descendieron en cascada, limpiando la suciedad de sus mejillas, su corazón se detuvo por un instante cuando la puerta por fin se abrió, el molesto rechinido le erizo la piel y no pudo contener sus sollozos cuando vislumbró en el suelo de aquella habitación su delgada figura. Taehyung se encontraba en un profundo sueño. Corrió, estaba desbordante de felicidad, no podía creerlo, por fin lo había logrado.

— ¡Taehyung! — se dejó caer con brusquedad, sus rodillas ardieron por el impacto, pero no le importó

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— ¡Taehyung! — se dejó caer con brusquedad, sus rodillas ardieron por el impacto, pero no le importó.

Lo acunó en sus brazos, y acaricio su bello rostro ausente de cualquier imperfección. Besó sus labios y su frente con delicadeza manchado su piel con las pequeñas gotas de agua salada que corrían por sus mejillas.

— ¿Hoseok? — sus ojos se abrieron lentamente encontrándose con la mirada cristalizada del hombre que había amado tanto.

—Soy yo mi amor, estoy aquí — su voz quebrada y sus sollozos interminables conmovieron a Taehyung que al instante comenzó a llorar.

—Quiero ir a casa Hobi.

♣ The Book ♣ 

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