El tomate no tenía nada.
El tomate no tenía a nadie.
El tomate estaba completamente solo.
El tomate no era digno de ser amado.
El tomate no era mejor, sino peor.
El tomate había caído muy bajo.
El tomate sufrió solo.
El tomate era pendejo.
El tomate siempre fue pendejo.
El tomate debió darse cuenta de que cuando quieres ser mejor tomate vas por el camino difícil.
El tomate no se dio cuenta que por el camino fácil se pierde fácil.
El tomate se convirtió en ketchup y nadie nunca supo más de él.
Y se fue siendo eso.
Sólo un ketchup.
ESTÁS LEYENDO
La estúpida historia del señor tomate
Historia CortaParece un cuento infantil. Sonará como un cuento infantil. hasta que pases del capítulo 3... Te recomiendo no leas esto con niños si no quieres que lloren. Oh, pobre señor tomate.