Ho Seok
Era frustrante cuando ponían a prueba tu capacidad, retarte es solo una manera más en la que demuestras que eres un simple humano que es capaz, pero capaz de dejarse llevar por sus impulsos estúpidos e idiotas y cometer locuras, sin pensar en las consecuencias que esto podría causar. Saber este concepto no me sirvió de nada, porque a final de cuentas ninguno de mis conocimientos detuvieron mis actos. Todo comenzó después de una simple frase..."a que no te atreves".Mi cuerpo se movía por sí solo y como si estuviera esperando esas palabras desde un principio, me puse de pie ante la retadora y burlesca mirada de mis amigos. Caminé de prisa hasta las duchas, detrás de la cancha de baloncesto, conocía ese camino mejor que a mí mismo.
Habíamos hecho ejercicio junto con toda la clase las primeras dos horas del día y a pesar de la hora, por alguna razón sabía que lo encontraría ahí dentro, solo.
Caminé por los pasillos de la instalación hasta llegar a la cancha y pasé de largo todo el tramo hasta mi objetivo. Abrí la puerta del camerino con cuidado, buscando con la mirada aquello que necesitaba encontrar; pude notar sus cosas sobre la banqueta dobladas suavemente, se podía escuchar el sonido del agua caer, pero ningún sonido además de ese. No era nada sorprendente, de todas maneras... su garganta nunca emitía ningún decibel.
La adrenalina recorría mi cuerpo, así que no lo pensé, solo me quité la ropa y dejándola tirada al lado de la suya, caminé lento y retiré las cortinas hacia un lado. El cuerpo pequeño se contrajo un poco mirándome con ojos tensos, se notaba algo de sorpresa y confusión.
- Quiero bañarme contigo - dije entrando junto a él, logrando que retrocediera y el agua nos empapara por completo.
Sus ojos estaban sobre mí, pero no era una mirada sucia sino una de admiración. De inmediato sonreí, mostrando autosuficiencia, una mala costumbre mía.
Por un momento creí que diría algo, pero ¿Qué puedes esperar de una persona muda? Lancé mis pensamientos lejos y retomé las palabras de mis amigos.
"a que no te atreves"
Mi cuerpo se calentó como cuando necesitas tener un orgasmo con urgencia. Tomé sus manos contra la pared, notando su sorpresa y me acerqué a su rostro para besarlo lentamente, parecía inexperto en todo sentido de la palabra, pero no estaba mal, su boca era pequeña, delicada, bonita.
Besé su cuello, húmedo, tenso, perfecto, pasando mis manos por su cuerpo despacio, él estaba algo nervioso, pero jamás me apartó... simplemente se dejó hacer con algo de miedo.
Tomé sus muslos suaves y algo resbalosos, poniéndolos alrededor de mi cintura, sosteniéndolos con fuerza para no perder estabilidad, besé sus labios, mientras él pasaba sus brazos por sobre mi cuello, algo temeroso, inseguro.
Junté nuestros cuerpos, sacando varios jadeos por parte de él, llevé una mano hasta su entrada, palpando con cuidado, para comenzar a prepararlo. Su cuerpo se tensó y me miró algo angustiado, pero no dije nada, esto era un reto, no una cita.
Penetré con mis dedos de manera ligera, pero eso no evitó que sus dedos se comprimieran con fuerza en mi espalda, parecía muy inexperto, se podría decir hasta que era virgen, pero ignoré el hecho, eso no importaba. Continué con lo que hacía, estirando lento y embistiendo un poco más profundo, sin detener mis acciones. Cuando creí que era suficiente, dejé que bajara una de sus piernas y tomé el pequeño bote de loción para el cuerpo que él tenía, cubriendo mi pene con un poco de este. Sus mejillas estaban rojas y su pecho subía y bajaba rápidamente, su cabeza estaba apoyada sobre la pared húmeda, mientras una pierna suya aun rodeaba mi cintura.
Guié mi miembro hasta su pequeña cavidad y tomé su cintura con una mano, presionando hacia adentro, sus uñas se clavaron en mis hombros y su expresión se contrajo con fuerza por la incomodidad. Más y más jadeos escaparon de su ser, mientras de mi boca salían gruñidos, mi pene era apretado por esas paredes tan tibias, que sentía que me volvería loco. Me acerqué para besarlo con suavidad, mientras embestía duro y certero.
De su garganta solo salían sonidos ahogados por el placer, pero jamás palabras, mi acción se apresuró y pronto su cuerpo saltaba sobre el mío, con mi pene entrando y saliendo casi por completo, todo siguió fuerte y firme hasta que las embestidas ya no podían ser más profundas y nos corrimos al mismo tiempo explotando de puro placer.
Apoyé mi cabeza sobre su cuello, intentando regular la respiración que llevaba. Lo deposité con cuidado en el suelo, saliendo de su interior, notando el semen caer de una tonalidad algo rojiza, mezclándose con el agua de la regadera, que no fue cerrada en ningún momento, y desapareciendo por el drenaje.
Me limpié rápidamente y le di un último beso antes de salir de ahí, dejando su cuerpo cansado y expuesto sobre la pared fría. Me vestí una vez estuve fuera y emprendí mi camino a casa sin mirar atrás.
He tratado de corregir esta historia en lo más mínimo, pues no es mía y como muchos saben y sabrán, la historia le pertenece a MTTC1288, quien es la verdadera autora. Todo el amor del mundo para ella.
Por cierto, este es mi primera adaptación.♥
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⌈Mudo ❀ HopeV⌋
Short Story❝Verlo caminar por la escuela, arrastrando los pies con una prominente hinchazón en donde debería ir su vientre no parece cosa fácil.❞ ❀ Él era pequeño, muy pequeño, delgado, realmente muy esbelto, su cabello era castaño oscuro, tan oscuro que ser...