Narra Saeran
Durante este tiempo...Sábado, 2 de enero del 2012
[3:05 a.m]Iba por la calle en busca de una nueva víctima que pueda llenar mi vacío... Ese vacío que dejó MC en mi corazón... Llevo más de cincuenta víctimas y ninguna de esas sucias perras ha conseguido llenar ese vacío.
En el momento en el que pensé eso una chica alta, rubia, de buen cuerpo pasó en la acera de en frente. Ya tenía una nueva víctima.
—Disculpa... ¿Tiene hora?— Pregunté para tratar de disimular un poco mis verdaderas intenciones.
—Eh... Sí... Espera que cojo mi móvil y te la digo.— Ese era mi momento. Cogí hábilmente el cloroformo que tenía en uno de los bolsillos de mi preciada chaqueta, acto seguido cogí el pañuelo que uso con todas y se lo puse en la cara; cayó rendida a mis brazos y la llevé a mi escondite... El lugar donde torturaba y abusaba sexualmente de todas esas chicas.
Después de un rato la muchacha despertó y pude proceder a torturarla.
—¿Qué hago aquí? ¿Quién eres...? ¿Por qué estoy atada? ¡Socorro!— Me acerqué lentamente a ella, con la cara tapada obviamente, y me agaché a su altura.
—Hola preciosa...— Reí. —¿No has oído hablar de mí? Estoy en todos los medios de comunicación y aún así eres tan valiente de estar sola por la calle a las tres de la madrugada... Te ganaste mis respetos, querida.— La chica me miró atemorizada.
—No puede ser... E-eres el asesino ese que a-abusa de chicas y las to-tortura...— El miedo que tenía esta chica en sus ojos era satisfactorio, pero no lo suficiente como para satisfacerme a mí.
—Muy bien... Acertaste.— Me alejé un momento de ella para coger mis herramientas. —Y dime preciosa... ¿Cómo te llamas?— Pregunté mientras iba seleccionando la primera herramienta que estrenaría a esta chica.
—A-a-aina...— Aina... Un nombre que no me llamaba nada la atención. Aina no paraba de mirar mis herramientas.
—Bien, Aina... Tengo una pregunta crucial para ti. Yo soy muy amable, ¿Sabes? Así que quiero que respondas. ¿Eres virgen?— La chica con algo de miedo asintió. Pobrecita. Arruinaré su primera vez.— Seré sútil contigo la primera vez.— Le sonreí y al ver que esta no me devolvía la sonrisa, la pegué. — Norma número uno: al Amo siempre se le devuelven las sonrisas, ¿estamos?— Me miró con miedo, le sonreí y ella forzosamente, sonrió.
—Ha-haré lo q-que quieras p-pero por favor... N-n-no uses na-nada de e-eso en mí...— La chica me miró con miedo, otra vez.
—Lo siento cariño, pero tú no serás una excepción. — Cogí la primera herramienta que vi y la utilicé en ella. Un cuchillo. Empecé a pelar su piel como si de una manzana se tratara. Sus lágrimas, sus súplicas, sus gruñidos de dolor... Eran música para mis oídos. Empecé flojo. Cuando terminé de pelar parte de su muslo me apeteció vendarle los ojos. Así lo hice. La saqué de aquella silla y la llevé a una camilla. Ahí la volví a atar, esta vez desnuda.
Ella me miraba con miedo y yo empecé a abusar de ella. Sin besos ni nada comencé a introducir mi miembro en ella. Se notaba que era virgen. Parecía una chica bastante cortada pero estaba buena. Me pregunto como estará MC ahora... Seguro que mucho más buena que a la perra que me estaba follando ahora mismo.Cuando terminé la dejé ahí atada, le tiré cubos de agua helada, la seguí torturando, le tiré ácido sulfúrico en la cara, en los ojos, después le tiré gotas de limón en los ojos, provocando que esta se quede ciega. Sus gritos de dolor era cual melodía de ruiseñor. La seguí torturando hasta su muerte. Fue satisfactorio oír a alguien llorar, gritar, sufrir... Sin duda una de mis mejores víctimas.

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Phsyco...{SaeranxMC} [[EDITANDO]]
FanficMC y Saeran se concen desde que eran pequeños, pero desde que MC se mudó de ciudad Saeran siente un vacío existencial en su corazón que solo puede sanar secuestrando a chicas y torturandolas y abusando de ellas hasta la muerte... Hasta que un día su...