Phsyco...{SaeranxMC} [[EDITANDO]]

8

Narrador
Hace unos años...

Lunes, 4 de enero de 2012
[20:00], fuera de la consulta.

Saeran esperó hasta que su psicóloga saliera del trabajo.
Estuvo un rato hasta que la vio salir y ahí comenzó su interpretación.

—¡Doctora!

—¿Eh? Oh,Saeran. ¿Ocurre algo?— Esta se le acercó.

—Por favor ayudeme... Me he puesto muy violento y he pegado a alguien y joder... Creo que le he roto un par de costillas y la pierna y... Ahora mismo está en mi casa y no sabía que hacer y...— La psicóloga puso una mano en el hombro del chico para intentar calmarlo ya que estaba hiperventilando.

—Tranquilo... Inspira... Expira... Ahora dime...¿Dónde está tu casa? Vamos a ayudar a esa persona e intentaré recetarte alguna que otra pastilla para manejar esa ira.

—Vale... Por aquí.— Ambos se metieron en el coche de Saeran y fueron hacia su casa. Bueno, eso es lo que la psicóloga pensaba.

—¿Tan lejos está tu casa?

No hubo respuesta.

—Saeran...¿Me escuchas?

Él asintió pero no abrió la boca en ningún momento.

—Pff... Te pareces a mNo marido. ¿Puedes por favor responder? ¿No nos estamos yendo muy lejos?

Una perturbadora sonrisa se formó en la cara de Saeran. La psicóloga se asustó.

—¿Saeran...?

Pararon en una casa abandonada en las afueras (muy afueras) de la ciudad.

—Esta es mi casa. Siento no haberte respondido en el viaje, estaba concentrado en la carretera. Había muchas curvas y es de noche. Precaución ante todo.— Sonrió.

—Ah vale...

“No me ha devuelto la sonrisa, morirá más lenta y dolorosamente.”

—Pasa, esta aquí abajo.

La psicóloga, dudosa pasó antes que él. Gran error.

~Narra Saeran~

Cogí lo primero que tenía mano y le di un golpe en la nuca, dejándola así inconsciente.

Jueves, 5 de enero de 2012
[1:03 a.m]

—¿Dónde estoy?

Unos pasos resonaron en el lugar, seguido de un sonido metálico.

—¿Saeran? ¿E-eres tú?

Los pasos continuaron hasta el lugar donde está la chica.

—No tiene ni puta gracia.

Saeran se agachó y se puso a la altura de la chica.

—¿Te acuerdas cuándo me preguntaste que hacía para calmar la ira?

Ella, temerosa, asintió.

—Las torturo y las abuso.

La mujer, con miedo, habló.

—P-pero tengo una familia, un marido y dos hijas que alimentar.

—¿Crees que eso me va a detener? Pienso abusar de ti.

—¡Pero no tienes puto derecho!

—Antes, en la entrada, te sonreí.

—¿Y eso que cojones tiene que ver?

—No me devolviste la sonrisa.

—¡Estás mal de la cabeza!— Me gustó la expresión de su cara. Era una mezcla entre ira, miedo y confusión. Hábilmente cogí mi cámara de fotos y le hice un par de fotos.

—Sé que estoy mal de la cabeza. Ahora te echaré cloroformo, te quitaré la ropa, te ataré a cadenas y abusaré de ti.

La chica tenía miedo en los ojos pero firmeza en el rostro. Eso me gustó.

—Buenas noches.— Le susurré antes de echar el cloroformo.