Acabo de despertar de un sueño Hay una estrella triste, solitaria en el cielo oscuro, una vez más Adiós, nos despedimos torpemente Mientras me di la vuelta y seguí con mi camino Se sentía tan lejano
En el mismo tiempo, sólo por un minuto En el mismo lugar, quédate un minuto En ese breve momento, todo se detuvo para ti y para mí ¿Por qué no sabía que era un milagro?
Me detuve en ese día con una vieja historia Estoy pasando por una angustia más larga que los tiempos en los que nos amábamos Más allá de la Vía Láctea, en un lugar lejano Estoy atravesando nuestros recuerdos blancos Está bien si es sólo un sueño
No puedo olvidar rápidamente Porque todavía estoy en el mismo lugar, incluso cuando las páginas del calendario dan la vuelta
En tus ojos, sólo por un minuto En tu toque pasajero, quédate un minuto En ese breve momento, todo se detuvo para ti y para mí Esos tiempos brillan para mí
Me detuve en ese día con una vieja historia Estoy pasando por una angustia más larga que los tiempos en los que nos amábamos Más allá de la Vía Láctea, en un lugar lejano Estoy atravesando nuestros recuerdos blancos Está bien si es sólo un sueño
Cariño, unos de estos días Uno de estos años Esperar ahora sólo es una pequeña cosa para mí.
Veámonos de nuevo Una de estas noches
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PARTE UNO
—Sí mamá, llevo mi paraguas. —mintió en voz alta —estamos en primavera —se quejó entre dientes cerrando la puerta del departamento en el que vivía junto a su madre y su hermana mayor.
Al darse vuelta notó que no estaba solo, una vez más sus miradas se cruzaban en el pasillo y se evitaron rápidamente como si de fuerzas contrarias se tratara.
Chanyeol mordía su labio superior mientras se dirigía a las escaleras, mientras que el otro succionaba su labio inferior.
Sabía el nombre del chico, él era Do Kyungsoo, el mejor estudiante de la clase B, malo en educación física y excelente en inglés.
Habían vivido en el mismo piso durante casi dos años y no habían cruzado palabra alguna en ninguna ocasión.
Ni una sola.
Lo observó caminar con un pequeño paraguas en mano, jugueteando al viento con alegría y expresión seria en el rostro. No dijo nada, se mantuvo en completo silencio caminando a su lado, como cada mañana, analizando con precisión cada detalle pequeño en él, como si fuera un objeto de estudio, un animal en observación, una pieza de arte tratando de ser comprendida donde no había nada que comprender.
Caminando por la larga avenida, adornada por los más largos y bonitos cerezos, Kyungsoo giró su cabeza hacia el más alto y fue ahí que ambos comprendieron que no había mejor vista de primavera que esa.