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—Por favor manténganse en el lugar que están, no se muevan del lugar en el que están.
Dos guardias fumaban un cigarrillo en la cubierta mientras yo trataba de encontrar el celular de Kyungsoo, ni siquiera recordaba en qué mesa habíamos estado.
El viento azotaba con un poco más que fuerza que antes, sentí frío. Lo seguí buscando, llamé, pero no entraba siquiera al buzón de voz, se mantenía sonando el tono de espera.
Estaba por darme por vencido cuando escuché un golpe fuerte, que hizo que perdiera ligeramente el equilibrio, sentí un poco de pánico, de hecho, fue bastante, cuando la superficie comenzó a inclinarse.
Escuché como los guardias nos dijeron una vez más que nos mantuviéramos donde estábamos, cosa que no hice, entré corriendo, porque Kyungsoo debía estar solo.
El sólo imaginar su preocupación me estaba volviendo loco, cabezas estaban asomadas en los pasillos, buscando la razón del golpe, pero sólo podía escuchar una vez más que no mantuviéramos donde estábamos.
El último piso parecía estar realmente lejos, ¿Kyungsoo estaría bien?
Atravesé a la gente aglomerada, bajé hasta el último a toda velocidad, todas las puertas estaban cerradas, ¿Se habría ido?
—¿Kyungsoo? —grité su nombre con temblor.
—Acá estoy —avisó y corrí hasta el camarote —la puerta se atascó.
Se miraba asustado, asomando su pequeña cara a través de la puerta.
—¿sabes qué pasó?
—El... el barco está un poco inclinado.
—Dios, Yeol, sal de aquí.
—Tranquilo, dijeron que no nos moviéramos, además los pasillos, ehm... —traté de pensar en la excusa más próxima, aun si era mentira, no quería, no iba a dejarlo solo —están bloqueados, no llegaría a ningún lado, lo mejor es que tratemos de abrirla ¿vale?
Podía escuchar su respiración entrecortada, estaba asustadísimo y no podía siquiera tomarle de la mano.
—Soo... escúchame, vamos a estar bien, respira. —dije y sólo lo miré asentir —voy a empujar, así que jálala con todas tus fuerzas.
—Es... está bien...
Intentamos abrirla durante una hora, Kyungsoo estaba comenzando a llorar, quería abrazarlo con todas mis fuerzas, pero la pendiente me impedía mantenerme de pie, fuera lo que estuviera ocurriendo a fuera se estaba saliendo de control y a lo lejos no dejaba de escuchar que nos mantuviéramos quietos.
—Esto está mal Yeol, muy mal, debes irte.
—Kyungsoo, escúchame, no voy a ir a ninguna parte, deja de decirme que me vaya, no lo haré. —dije irritado.
