Cap. 1 -Otro día desastroso-

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Mi despertador sonó a las 05:45 a.m.
Me levanté con mucha pereza de mi cama, la cual estaba muy cómoda. Me dirigí al baño de mi cuarto y me mire al espejo.

— <<Que horrenda te ves Abby>> —  Pensé.

Me dí una ducha rápida, me vestí, cepille mis dientes y me hice una trenza algo floja.

Bajé y me encontré una nota de mi madre que decía:

Ya me fuí a trabajar amor. Te dejé tu desayuno en el microondas, caliéntalo si es necesario. Nos vemos luego.
                                                         Mamá...

Me fijé en el microondas y había un plato con panqueques, no pensaba comer eso, iba a engordar. Así que lo guardé en una bolsa y mojé el plato y unos cubiertos para que mi madre piense que había comido. Luego tiraría los panqueques en algún cesto de basura.

Sólo me comí media manzana y tire la otra mitad. Me cepille nuevamente los dientes y me dirigí a la escuela.

*****

Al llegar me dirigí cuidadosamente hacia mi casillero, esperando que nadie notará mi presencia, pero lamentablemente falló.

Harry se acercaba a mi, y eso no podía ser nada bueno (Harry es el chico que odia más q nadie a Abby)

—Hola Morza!—Me dijo mientras el de reía y todo su grupo igual—¿Bajaste algo de peso? No, sabes que me doy cuenta de que sigues igual de gorda, o creo que más—dijo mirando mi abdomen—Yo te aconsejo por tu bien que bajes de peso, porque sino vas a terminar atorandote en la primera puerta que te cruces—nuevamente todos volvieron a reír.

No pude contener mis lágrimas, y éstas empezaron a caer por mis mejillas.

—Déjenme en paz por favor—dije y salí corriendo para el baño que quedaba en el segundo piso a unos metros de la biblioteca.

Mientras huía de ahí escuchaba como los demás seguían riendo. Y lo peor no era eso, lo peor era que ellos tenían razón. Yo estaba gorda, demasiado, y tenía que bajar de peso si quería encajar algún día aquí.

Llegué al baño, entre y cerré la puerta con seguro. Me senté en el suelo con mi cabeza escondida entre mis piernas, no podía dejar de llorar. No entendía por que ellos eran así conmigo, no se que fue lo que les hice.

Luego de pensar por un rato logré calmarme. Me paré, me lave la cara y me mire al espejo. Levanté mi blusa y mire mi abdomen, en verdad estaba gorda, y no quería estarlo. Tendría que hacer una dieta aún más estricta si quería bajar de peso.

Saqué mi cuchilla y la pasé lentamente por mi muñeca, para castigarme por haber engordado.

Tocó la campana y salí, para dirigirme hacia mi salón de clases. Siempre era la primera en llegar.

Mis compañeros fueron entrando y se sentaban cada uno en sus lugares. La profesora Combas't entró después de unos minutos.

—Buenos días—Nosotros respondimos con el mismo saludo—Bien alumnos, el día de hoy tendrán un compañero nuevo, viene de otro equipo de rugby del instituto "Mary Sain", espero que se lleven bien con él y que no lo espanten en su primer día de clases—dijo mientras miraba a Harry y a su grupo de amigos—Bueno, pasa, preséntate a tus compañeros.

Él entró, cuando cruzó esa puerta quedé congelada. Nunca antes había visto a un chico tan hermoso. Tenía un cabello rubio y unos ojos azules que deslumbraban. Yo también era rubia y de ojos azules pero el, el era perfectamente hermoso. Claro que yo no. Se paró enfrente de todos y comenzó a hablar...

—Hola, mi nombre es Niall Horan, tengo 17 años, vengo del instituto "Mary Sain", ehhh, juego rugby, y... Eso es todo—Termino de decir.

¿Seria ese chico,Niall, diferente a los demás? ¿O el también me diría cosas hirientes y me golpearía? No lo sé, pero por ahora no quería saberlo.

La clase de biológica transcurrió normal, hasta que al fin sono la campana. Guardé rápido mis cosas y me fui lo más rápido posible hacia mi casillero, no quería tomarme con Harry.

Acomode mi libros en mi casillero, lo cerré y cuando me di la vuelta para irme choque con alguien, levanté la vista y no, no podía ser él....

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