Cuentos que no son cuentos

Las disculpas que nunca escuché

Para él
Mirar hacia tras y recordar el pasado, recodar lo que fuimos, lo que jamás volveremos a ser. Pensar cuando éramos los mejor amigos, dos personas inseparables que no podían vivir la el uno sin el otro. Puede ser tonto escribirte una carta, sabiendo que jamás la leerás, pero solo quisiera contarte lo que me has hecho sentir. Quise haberte escuchado disculpándote, incluso sigo esperándote. Escuchar de tus labios disculparte por haber fingido ser mi amigo, que te disculpes por haberme hecho sentir insignificante, por no haber respetado ni valorado mis sentimientos. ¿Cobarde? Una palabra que te define a la perfección. Cobarde por haber dejado de quererme y romper mi corazón, cobarde por no seguir en contacto, cobarde por haber inventado tantos rumores, por los cuales aun tengo cicatrices. Te encuentro por los pasillos, solo me miras por el hombro y me ignoras ¿duele? Como no tienes idea, no es fácil olvidar los momentos que tuvimos, los te quiero, una hermosa amistad que pudo convertirse en algo más, pero fuiste demasiado cobarde. ¿Tan difícil era decir "no te quiero como algo más que mi amiga"? No, preferiste alejarte y burlarte a mis espaldas. Quisiera verte disculparte por hacerme bullying estos años, por no haber contestado ese mensaje, por haberte olvidado de mí. Te quise, te quiero, pero ya no podré hacerlo. No soporto tus desplantes, tus burlas y tus miradas, simplemente ya no puedo más. Intenté comprenderte, esperarte y valorarte, pero no más. Siquiera hubiese respondido ese mensaje de texto, el cual pudo haber cambiado todo entre nosotros, pero decidiste ignorarlo aunque estuve por horas esperando tu respuesta. No respetaste mis sueños, nuestros sueños, esos que planeábamos desde pequeños, esos que aun se encuentran en algún rincón de mi mente. Sonrisas falsas, cariño simulado, amistad fingida. Las palabras se quedaron en eso, se las llevo el viento y ahora son solo un recuerdo. Me conformé con poco, cuando pude recibir mucho. Ya no mas, ya no quiero escucharte disculparte. Ahora discúlpame a mí por no poder perdonarte.

Para papá
Quisiera haber escuchado una disculpa de mi señor progenitor, lo siento pero no puedo llamarte padre, nunca lo fuiste y nunca lo serás. A decir verdad debería decir gracias, gracias papá. Muchas gracias por tus desplantes y constantes rechazos, porque sin ellos no sería la persona fuerte que soy y si algún día tengo un hijo no cometeré tus errores. No comprendo porque no me querías ni me quieres, soy tu hija, producto de ti, pero eso jamás te importó. Desde niña sentía tu rencor, pero no lo comprendí hasta escucharlo de ti "eres un estorbo, nunca debiste existir. Un simple condón roto" unas bellas palabras para una niña de nueve años, felicitaciones, eres el padre del siglo. Por suerte mi madre si me quiere, no como tú.

Para mi "mejor amiga"
También necesitaba tu disculpa, esa que todos conocemos. Escuchar disculparte por haber hecho que él y yo nos separáramos, por haber dicho tantas mentiras, por fingir una amistad que jamás existió. No dabas los mejores consejos, pero eras mi mejor amiga ¿cómo desconfiar de ti? ¿Cómo dudar de quien decía ser mi hermana de sangre? Sin sabes que confiaba plenamente en mi mayor enemiga. Sin saber que te di el poder de dañarme, pues solo quien te conoce de verdad puede repararte y destruirte a la vez.

Para el esposo de mi madre
Quise dejarte de ultimo, solo para que sepas el daño que me hiciste, porque fue demasiado. Entrar en la habitación de una niña en las noches no es algo de lo cual sentir orgullo, ni mucho menos comentarlo con tus amigos. Sabias perfectamente el poder que ejercías en mí, sabias que no hablaría. Consumiste mi personalidad, bajaste mi autoestima y me hiciste insegura. Por tu culpa esos demonios me persiguen, por tu culpa no confío en mí, por tu culpa no estoy bien, por tu culpa el suicidio ha pasado por mi mente. Lo único que te puedo agradecer es el jamás pasar la línea, si lo hubieses hecho no estaría escribiendo esta carta. Solo quiero escuchar tus disculpas por joder mi vida, pero gracias, gracias por ser tan cerdo, me has hecho más fuerte, has hecho que una barrera de acero me cubra, ya no me lastimarán. Gracias por intentar propasarte conmigo la última vez, porque mamá sí estaba en casa, esta vez sí creyó en mí.

Para mamá
Tus disculpas son las que mas necesito, y las únicas que escuché. Quise que creyeras en mí, cuando por fin tuve las agallas para contarte lo que tu señor esposo hacia simplemente me golpeaste y llamaste zorra. Créeme, fue el golpe más duro de todos, y no hablo del dolor físico. Tuviste que verlo con tus propios ojos, ver como casi abusaba de mi cuerpo para creer en algo que sucedía bajo tu mismo techo. Enviaba señales, mamá, pedidos de ayuda. Pero jamás los escuchaste ni los respondiste. ¿Creer que fue casualidad que ese auto me arroyara? ¿Qué escapara tantas veces? ¿Qué siempre viviera con miedo? Son señales, mamá. Pero cuando por fin de diste cuenta, ya no necesito tus disculpas. Lo siento, pero no puedo más. No, no me quitaré la vida, no le daré ese gusto a nadie. No viviré mas contigo, tengo trabajo ¿sabías? Creo que no, siempre viviste en tu burbuja. Pero sí, tengo trabajo, dinero suficiente y la mayoría de edad. Ya no puedo estar más aquí, donde hasta el mas mínimo gesto me recuerda a mis demonios. No te preocupes, estas experiencias me han hecho lo suficientemente fuerte como para no dejarme dañar de nuevo, puede que algún día tenga hijos, puede que llegues a conocerlos, pero en fotos, mamá.

Espero que puedan disculparse ustedes mismos... Att: Pennie Lynn

¡Holaaa!... ¡¿Que hay?!... bue... ¿les gustó? Espero que sííí

Cam V.