ya han pasado 6 años desde la desaparición de Alois, T/n aún tiene la esperanza de encontrarlo, pero tiene que voltear la página y mirar hacia el futuro ¿Que pasara? lee y te enterarás... LOL eso rimo xD
Unas suaves manos deslizándose sobre mi mejilla y unos fríos pero reconfortantes labios tocando los míos provocaron que me despertara.
- Hmp... ¿Ciel? - Pregunté entre dormida mientras abría lentamente mis ojos.
- Por supuesto, mi bella rosa. Soy yo - Logré abrir mis ojos completamente. El estaba justo a mi lado, ya vestido y envuelto en un delicioso aroma.
- Te veo muy contento... ¿Pasa algo? - El sonrió.
- Desde que estoy contigo todos mis días han sido alegres... - Comencé a reírme.
- Si claro... Señor cascarrabias... - Frunció el ceño y se me miró molesto.
- ¡Yo no soy un cascarrabias! -
- Con esa carita de enojado si que lo pareces... - Mantuve mi vista al frente; a los pies de la cama se encontraban dos grandes maletas. - Ciel... ¿Que significan todas esas maletas? -
- Ah eso... La maletas son para cuando uno viaja ¿No? Pues nos iremos de viaje ahora mismo -
- ¿¡Y por qué tomas desiciones sin consultarme!? - Me levanté de la cama y lo miré enojada.
- ¡Las sorpresas no se dicen! - Me sentí avergonzada y desvié la mirada, Ciel tenía razón. La puerta sonó, era Charlotte. Le indiqué que ingresara a la habitación.
- Señorita T/n, en dos horas más el coche partirá a su destino junto con el señor Ciel. Les traigo el desayuno - Charlotte hizo una señal y Sebastian entró con un carro de metal lleno de platos.
- Para el desayuno hoy tenemos Té negro acompañado de ensalada caprese y galletas de guindas silvestres - Sebastian sirvió todo y se retiró junto a Chatlotte.
Ciel y yo desayunamos y después me cambié de ropa. No me coloqué un vestido muy decorado como los que uso para las fiestas, me coloqué uno cómodo para ir de viaje:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de asearme, bajamos a la entrada para subirnos al coche. Nos despedimos del personal y el coche inmediatamente partió hacia nuestro destino. No estaba con los ánimos que tenía otras veces cuando viajaba con Ciel, incluso me siento un poco molesta.
- ¿Será que es porque no quiero alejarme de Alois? - Pregunté en mi cabeza. Con solo mencionarlo a el siento que mi corazón palpita y mis mejillas van tomando calor. Maldición Alois... ¿Por qué me comes el corazón justo ahora que estoy con Ciel? Quiero hacer las cosas correctamente, pero tu amor me impide hacerlo...
- ¿Pasa algo? Te noto muy pensativa hoy... - Ciel me miró, yo desvié la mirada y negué con la cabeza.
- N-no es nada... Sólo creo que estoy algo mareada con el viaje, eso es todo -
- Tranquila, falta poco para que lleguemos - Me tomó de la mano y besó mi cabeza.
~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~. Al fin llegamos al lugar. Estaba un poco lejos de la sociedad, pero era bastante agradable... Se trataba de una gran cabaña escondida por un bosque, había una neblina por lo alto de los cerros y los arboles estaban muy bien cuidados.
- Es realmente hermosa... - Dije muy feliz, el asintió aún sin soltar mi mano. Charlotte y Sebastian instalaron las cosas, no eran muchas así que apenas se demoraron unos dos minutos.
- Así es.. Por eso la elegí, sabía que te iba a gustar - Mi panza rugió, tenía bastante hambre.
- Antes de hacer cualquier cosa... ¿Podemos comer? - El asintió y con el coche fuimos al pueblo más cercano para comer algo.
(Narra Ciel)
Siento como si nada de lo que tengo planeado está saliendo bien... Traje a T/n a este lugar para que deje de pensar en Alois. Yo soy su prometido, su futuro esposo, su amor. No puede pensar en otra persona...
- ¿Te ocurre algo? - Preguntó T/n dejando de caminar.
- No es nada... Estaba pensando en unos negocios que he estado haciendo en la India - Llegamos a un restaurante Italiano, la comida se veía muy deliciosa.
Después de comer, decidimos comprar algunas cosas que no habían en muestra ciudad. La comida del restaurante fue bastante apetitosa y caminamos todo el día, llegamos a la cabaña agotados. T/n estuvo todo el día en las nubes y ya sabía cual era la razón.
- T/n... - Dije susurrando en un tono moderado para que alcanzara a oírme.
- ¿Qué es lo que ocurre, Ci—? - Dejándome guiar por mi instinto, la acorralé en la pared y le di un fuerte beso para quedar en el centro de sus pensamientos. Cuando terminé quedándome sin aire, separé mis labios y la tomé de los hombros.
- ¡¿Puedes dejar de pensar en Alois por aunque sea cinco minutos?! ¡Te traje hasta acá para que podamos arreglar nuestro matrimonio, pero tú no haz cooperado en nada! - Tenía ganas de llorar, pero de ira. Siempre odié a Alois con toda mi oscura alma, pero ahora quería matarlo.
- C-ciel... ¿¡P-por qué dices eso!? - Odio cuando hace como si no supiera nada de lo que estaba pasando, realmente lo odio.
- ¡Desde que ese miserable volvió a nuestras vidas ya nada es igual! Según lo que recuerdo, nosotros dos estábamos a punto de unirnos en matrimonio antes de que él entrara a la catedral como un loco. - T/n comenzó a llorar, yo me sentí culpable y la solté dejando de gritar.
- Yo no quería... *snif* Yo si quiero estar contigo, te amo pero... No puedo quitar a Alois de mi cabeza y mi corazón - La miré sin expresión alguna, me siento devastado.
- Así que lo admites... T/n, debes elegir. Ya nada es como antes, ya no puedes salir conmigo y con Alois como si fuéramos una especie de trío, ya no somos niños pequeños de trece años. - La solté y caminé hacia mi habitación, ella se quedó parada tratando de calmarse.
- Joven amo... - Me dijo Sebastian mientras que entraba sigilosamente a la habitación.
- Déjame en paz, imbécil - El maldito no me obedeció y se acercó aún más.
- No debe colocarse así por una estupidez como esta - Me levanté enojado y le di un golpe en el brazo, aunque no le afectó en nada lógicamente.
- ¡¿Una estupidez?! ¡T/n no es ninguna estupidez! ¡Ella es la chica a la cual amo y no dejaré que imbéciles como Alois me la quiten ni imbéciles como tú la insulten! -
- No me refería la señorita T/n, si no al amor en general - Alcé una ceja con un poco de curiosidad.
- ¿Cómo puedes decir eso si supuestamente amas a Charlotte? - Sebastian soltó una carcajada.
- Lo que yo siento por la señorita Charlotte no es amor, si no pasión -
Continuará...
Tenía este borrador guardado de hace tiempo. Haré todo lo que pueda y espero que hayan unas pocas lectoras fieles que después de toda mi irresponsabilidad siguieron teniendo esta historia guardada en su biblioteca :,v lo dudo pero siempre hay Hope <3