Somebody like you [Jalonso]

Chapter IX: "Do I wanna know?"

Podrá decirse el mismo que algunas cosas no han cambiado entre él y Alonso.

Aunque realmente las cosas estén completamente al revés.

El pelirrojo no lo miraba; no interactuaba con él; mucho menos le mensajeaba. Era extraño, después de su "confesión de amor", Alonso parecía querer olvidar su existencia.

No dejaría las cosas así, claro está, pero era tan difícil hablar con él. En verdad, Jos trataba de acercarse y él simplemente seguía el paso con sus amigos.

Necesitaba un consejo y sabía perfectamente quien era la persona indicada.

—Mamá.

—Ahora qué hiciste, José Miguel.

Su madre lo observaba detenidamente mientras Jos se acercaba.

Tomó un suspiro y hablo:

—¿Cómo logras captar la atención de alguien? —sus ojos miraron fijamente a su madre, mientras esta misma comenzaba a sonreír—No es gracioso, de verdad tengo un problema.

—Bueno, hijo, es muy raro que me preguntes eso a mí. ¿Quieres conquistar a alguien?

—Realmente quiero tener la atención de Alonso otra vez

Su madre lo miró un poco sorprendida, más porque Alonso y Jos eran mas inseparables de lo que se veía; y sí, ella no podía estar más sorprendida.

—Mi amor, nadie más que tú mismo sabe lo que más ama Alonso—con su mano acarició su mejilla—además, no creo poder ayudarte mucho con esto; ya sabes cómo están las cosas últimamente. Simplemente puedo decirte que mientras tengas el pensamiento de recuperar a tu mejor amigo; podrás lograrlo. Ustedes dos siempre han sido inseparables, así que no dejes que una simple discusión o lo que sea que hayan tenido, perjudique su relación.

Jos la miró sonriendo.

—¿Cómo es que siempre sabes que decir?

—Fácil, yo también me he enamorado—le guiñó un ojo seguido de reír levemente ante el sonrojo de Jos—Ve, corazón, una relación no se arregla por si sola.

Asintió y se despidió de su mamá con un sonoro beso en la mejilla seguido de salir corriendo fuera de la casa.

Sabía lo que tenía que hacer, era más que obvio.

Corrió por tres avenidas antes de adentrarse a la calle donde vivía el pelirrojo.

Sus pies dolían y su corazón estaba acelerado. ¿De verdad sería capaz?

Tomó un suspiro antes de tocar la puerta; ésta misma se abrió minutos después revelando a un soñoliento Alonso frotándose uno de sus ojos.

—¿Qué mier...

Y sí, tal vez Jos se desesperó un poco y tomo al chico del rostro para juntar sus labios en un beso.

Alonso abrió los ojos sorprendido, pero acto seguido suspiró, dejándose llevar en el mar de sensaciones que le ocasionaba el ojimiel con el simple roce de sus labios.

—¿Por qué? —cuestionó el ojimiel—¿Por qué me torturas de esta manera? —su voz se ahogó, sus brazos aprisionando a Alonso, dejándolo sin salida—¡Sólo dime si no soy suficiente! Trataré de serlo por ti, simplemente para que me ames como yo lo hago.

Alonso tenía los ojos ampliados, sus brazos aflojándose mientras escuchaba los sollozos del ojimiel; él simplemente quería pensar un poco las cosas, poner el claro todo lo que ha sentido y decidir si en verdad deseaba estar con el ojimiel.

—Jos...

—Arrastrándome hacia ti —susurró, sus brazos aflojándose—Y yo pensé que ibas a arrastrarme hacia aquí como algunos pocos.

—¿Qué es lo que quieres de mí? —habló el pelirrojo—Siempre he estado aquí y apenas me has notado, siempre estuve enamorado de ti y tú nunca lo has notado. ¿Acaso te conozco de verdad?

—Me he estado preguntando si tu corazón sigue abierto—Alonso lo miró a los ojos, Jos sonrió con tristeza—Y si lo está, quiero saber a qué hora cierra.

—And I'm sorry to interrupt. It's just I'm constantly on the cusp—sonrio un poco, tomando las manos de Jos mientras las acariciaba levemente—Of trying to kiss you.

Jos rio divertido, sus ojos rojizos gracias a las lágrimas; Alonso quería besarlo hasta desaparecer todo rastro de tristeza.

—I don't know if you feel the same as I do—suspiró, tomando firmemente las manos de Alonso, tratando de reunir todo el valor que le fuera posible—We could be together if you wanted to.

Alonso bajó la mirada tratando de ocultar un abismo de sonrisa.

—Por supuesto que quiero.

Ni el sol tenía un brillo tan llamativo como la sonrisa de Jos en ese momento.