01. ¿Nueva misión?

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Me desperté gracias al insistente golpeteo en la puerta de la cabaña, ¿que nadie puede tomar una siesta tranquila? Apoyé los pies en el piso y busqué con la mirada mis pantuflas, las encontré a pocos centímetros de mí, me las puse y encaminé la marcha hacia la entrada; no sin antes echarle un vistazo a Percy que seguía acostado en su cama, empezando a despertarse por el ruido. Al abrirla me encontré con Annie.

—Hola Ann— le dije a mi cuñada.
—Veo que estaba en lo correcto— al ver mi cara de confusión agregó: — pensaba que ambos estarían aun durmiendo.
—Ah sí, ¿quieres pasar?
—No, solo venía a decirles que Quirón nos llama a la Casa Grande.
—Okey, ahora vamos ¿algo más?
—Si, también pidió mandar a llamar a Nico, pero, viendo la hora lo más probable es que invoque unos esqueletos para echarme de allí.
—Lo que estas tratando de decir es que...-dije comprendiendo por donde iba la cosa— tú quieres que yo despierte a Nico ¿cierto?
—Exacto— dijo sonriendo— te lo pido a tí, porque ustedes dos se llevan muy bien.
—Está bien Anna
—Gracias Lyssa—fruncí el ceño por el apodo, odio que me digan así. Cuando iba a reclamarle por lo dicho, ya se encontraba corriendo hacia su cabaña.

Suspiré, tomé una almohada y se la arrojé a Percy. Gracias al impacto cayó al suelo.
—Despierta sesos de alga, Quirón nos llama. —Exclame.
—¿Qué? -preguntó desorientado

—Quirón nos llama hermanito, levántate del piso y vístete.
—Si claro, ya voy — respondió con voz somnolienta.

Me dirigí a mi armario saqué unos shorts azules, la remera del campamento, un conjunto de ropa interior, una toalla y me encaminé al baño de la cabaña, gracias a los dioses luego de la guerra contra Gea agregaron baños en las cabañas.
Una vez hechas mis necesidades, salí de allí y al hacerlo vi que Percy estaba esperando para usar el baño.

—Vístete rápido, Quirón nos quiere en la Casa Grande ahora mismo.
—Está bien, ya voy—dijo, mientras iba al baño.

Una vez Percy abandonó la habitación, me coloqué unas zapatillas de color azul, mi anillo-espada y até mi cabello; para salir de la cabaña 3 y dirigirme al número 13.

Al llegar allí; toqué la puerta, como no recibí respuesta, decidí entrar igual. Cuando entré encontré a Nico durmiendo sin orden alguno en medio de la cama, con la boca entreabierta.

Él no es muy social; ya que su aura transmitía oscuridad, yo era la única que siempre estuvo a su lado. Al ser la única persona, femenina, en la que Nico confiaba, además de Hazel, las personas pensaban que teníamos una relación amorosa. Aunque eso no sería posible, ya que a él lo consideraba como un hermano más y también se encontraba el pequeño detalle de que Nico era gay y mantenía una relación secreta con Will Solace.

—¡¡¡DI ANGELO DESPIERTA!!!—grité en su oído.
—¡¿Que Hades?! —pregunta sobresaltado, honestamente no creo que sea la mejor manera, pero ya que, al reconocer que el único peligro era yo, alejo la espada que estaba muy cerca de mi cuello—¿QUE DIJE DE DESPERTARME ASÍ CASSY?

—¿Qué te encanta y me amas mucho? —pregunté con la voz más inocente que pude.
—No, te dij...
—A lo que venía Nico—lo interrumpí— Quirón nos llama, hay que ir ahora. Y por favor la próxima trata de no matarme cuando te despierte, ¿o es que le haces lo mismo a tu noviecito cuando te hace madrugar?
—Está bien, me cambio y vamos, pero la próxima no me despiertes así o al menos mantente alejada, no quiero lastimarte—afirmó ignorando el comentario que hice sobre Will, mientras se dirigía al baño con unos jeans negros y una remera del mismo color. Entendía su paranoia, luego de participar de varias guerras y batallas, aprendías que lo mejor era estar en alerta permanente.

—Vamos—dijo cuando ya tenía su chaqueta aviadora y zapatillas puestas. Salimos mientras el pasaba su brazo por mis hombros.
Al salir de la cabaña un grupo de campistas que se encantaraban cerca nuestro empezaron a murmurar y lanzar pequeños chillidos mirando y señalando hacia donde nosotros nos encontramos. Nico bufó mientras rodaba los ojos; reí ante la reacción de él.
—No le hagas caso sombritas, son unas idiotas.
—Lo sé, pero es muy irritante.

***

Llegamos a la Casa Grande, allí estaban Percy, Annie, Quirón y Leo Valdez; Nico frunció el ceño al ver a Leo. El hijo de Hefesto sonrió pícaro y nos vio con una ceja alzada
—¿Que hace Valdez aquí? —preguntó la persona que aún se encontraba a mi lado abrazándome.
—Quirón me llamó, Di Angelo

Al ver que iban a iniciar una pelea me interpuse:
—Traten de no pelear.
—Hazle caso a tu novia Di Angelo—dijo Valdez con burla
Nicks iba a contestar, pero no pudo ya que lo frené
—Ya basta, ¡ambos!

—Chicos calmados. Tienen una nueva misión.
—Oh no —se quejó mi hermanito.
—De qué se trata Quirón?
—Tendrán que buscar a un nuevo campista.
—¿Por qué nosotros? -preguntó Anna.

—¿Por qué todos nosotros? ¿No somos muchos?
—No hay sátiros disponibles y van ustedes cuatro porque hay muchos monstruos están cerca de esa zona.
—Okay. No hay tiempo que perder. ¿Dónde se encuentra y como iremos? —pregunté impaciente. Ya que sería la primera vez que iría a buscar a otro semidiós.
—Eh, ah sí, Argos lo llevara a la estación de autobuses y se dirigirán a Jacksonville —contestó extrañado por mi entusiasmo
—Preparen una mochila con las cosas que necesitarán y nos vemos en la entrada.

Con Percy fuimos a nuestra cabaña. Agarré una mochila en la que puse: un botiquín de primeros auxilios, mi pistola y una muda de ropa, solo por si acaso; como dicen, es mejor prevenir que curar Tomé mi chaqueta y salí de allí.

Nos encaminamos con mi hermano a la entrada del Campamento Mestizo, encontrándome con Nico, Annie, Percy, Quirón y Argos. Luego de un rato de espera llegó Leo, el director de actividades me entregó un papelito con la dirección del semidiós.
Junto con nuestro chofer subimos a la camioneta y fuimos a la estación de autobuses.

***

Woo, creo que es la cuarta vez que publico esta historia, y creo que por fin me convenció la forma en la que estoy haciendo las cosas. Pero quien sabe, capaz algún día me agarra la locura y la borro. Espero la disfruten.

Ramé (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora