He tenido muchas decepciones amorosas en mi vida. La primera y más importante fue esta. La separación de mis padres. Fue como cuando desempacas un vaso de vidrio que recién acabas de comprar y al minuto lo dejas caer. Así me rompí yo cuando tenia 7 u 8 años y mis padres decidieron seguir diferentes caminos. Yo aun no conocia mucho de nada y ese fue un gran retroceso. Mira esta foto, somos un cuadro perfecto que solo vivirá en nuestras mentes. La segunda fue cuando me di cuenta que no podía comer pizza sin engordar, pero eso ya lo he superado, ahora tengo 20 kilos de más sin tantos remordimientos. Luego vino otra decepción amorosa, la de la adolescencia. El amor de jóvenes que parece una fuerza inquebrantable y que al final resulta tan frágil como una rama rompiéndose. Nos parecía infinito y siempre tuvimos y tendremos la esperanza de que renazca algún día, ahí te das cuenta que las películas por eso son películas, porque retratan momentos ficticios; y en veces imposibles, de cosas que nos hubieran gustado que sucedieran de otra manera, justo como nuestro primer amor. Las decepciones amorosas me llegaron incluso en forma animal. Como mis perros. A uno de ellos yo lo decepcione, al cual le pedí perdón mil y un veces cuando murió. Luego está mi madre. De todas las decepciones amorosas de mi vida, creo que a ella la podría nombrar como la mayor. Yo siempre jugando con sus sentimientos, haciéndole creer que me importa la vida y la respeto cuando no es así. Y que en cierta forma no le agradezco que me trajera a este mundo, del cual no entiendo nada, ni un centímetro, ni un segundo, ni nada. La última decepción fue conmigo misma. Darte cuenta que te llevas tanto tiempo recogiendo los pedazos de las rupturas anteriores para intentar repararlo y que al final no tienen solución y la que acaba por romperse es una misma, es lo peor que puede suceder. He sido mi mayor decepción tanto tiempo que ya ni siquiera importa que me haya provocado la demás gente, cuando yo sola me lastimo. Alguien me dijo que una decepción viene de crearse expectativas. Y es cierto. Todos soñamos con una familia perfecta. Yo no la tengo, pero esta bien. Soñamos con una belleza externa porque creímos que era lo más importante, yo no la tengo por completo, pero esta bien. Soñamos con ser los mejores, yo siempre soy"la segunda", y a quien le importa. La decepción a la que más le temo es a la de la muerte. Si tan sólo hubiera algo después de ella... o ¿que tal que ni siquiera muriendo pueda escapar de todo lo malo de este lugar? Más me valía no pensar en eso antes de dormir porque se haría día sin que yo encontrara una respuesta o algo para consolarme. En fin. Las viejas cuestiones del hoy son esas decepciones y fracasos que me van a acompañar siempre como ese viejo miedo a la oscuridad que no he dejado desde niña. ¿Porque los malos recuerdos son los que guardamos más vivos en la memoria? Tengo un par de memorias felices que se opacan por otra cosa mala que me pasó. Es como querer limpiar un vidrio y al minuto vuelva a mancharse. Bueno, para dejar a las palabras en paz, dejare de formar frases sin razón que solo reflejan mis quejumbres diarias. Ojalá y algún día pueda volver a leer esto y pensar que solo estaba equivocada, que la vida tiene un valor y que la gente no es tan mala. Ojalá pueda algún día convertir esas decepciones en algo bueno. Y ojalá las viejas cuestiones del hoy, pasen de moda en mi cabeza, que se queden en el pasado
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Viejas cuestiones del hoy
Historia CortaNo es historia. Son estupideces que escribí para desahogarme un día de esos que no quería seguir aquí.