Capítulo 8

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Álvaro abandonó la casa y Estela se echó a llorar tras él cerrar la puerta.

- ¿Mamá?¿Estás bien?

- Mi amor, ve recogiendo las cosas, por favor.

- ¿Por qué?

- Tengo que llevarte al médico mi vida.

- Estoy perfectamente, mamá.

- Mi amor, ve recogiendo, por favor.

- Mamá, ¿me vas a decir lo que pasa?

- Cariño, ve recogiendo tus cosas.

- Mamá, te he hecho una pregunta.

- ¿Te vas a llevar esto?

- ¡Mamá!¿Quién es mi padre?

- Las maletas mi amor, ve llevándolas abajo.

- ¿Me vas a responder?

- Cuando estemos a salvo.

- Pero, ¿a salvo de qué?

- Te espero abajo, mi amor.

- Mamá, ¿mamá?¡Mamá, cuidado!

Cilia corrió a socorrer a su madre.

- Mamá, mamá, ¿estás bien?

Cilia paró un momento y recordó que lo que acababa de pasar no era la primera vez que lo vivía. Comenzó a intentar despertar a su madre, y por último, al no ver resultados, decidió llamar a una ambulancia.
Pasaron al rededor de 15 minutos y llamaron a la puerta. Cilia fue a abrir. De repente le hicieron firmar muchos papeles y por último, le dijeron que quién era su tutor legal. Ella respondió que la única que estaba a su cargo, era su madre. Le invitaron a entrar en la ambulancia, y cuando se disponía a entrar...

- Yo también estoy a su cargo - saltó Álvaro por detrás.

- ¡Papá! - corrió Cilia llorando hasta él - lo siento por todo lo que te dije recién - decía llorando.

- No te preocupe, cariño, puedes pasar la noche conmigo para que a tu madre le hagan las pruebas que tengan que hacerle.

Cilia asintió con la cabeza y se fue con su padre.

No me dejes caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora