Carente de vida, alma sin amor.
Corazón herido por un ruiseñor
que con su dulce canto su mente confundió
hasta hacerle perder la razón.
Mi loto, mi flor, mi dulce corazón...
vanas palabras, sentimiento incierto.
Pues un día hubo de maldecirlo por destructor
por todo lo que creyó sincero.
Lo que antes le llenaba de repente se esfumó
dejando un vació que nadie calmó.
Pasó días así, sin esperanza, sin ser;
hubiera luna o sol.
Su vida seguía igual, vacía, sin color.
Y por ello cambió...
El hermoso loto que un día fue,
llenándose de pesares y dolor
sus bellos pétalos fueron ennegreciendo
reflejo de su corazón.
Tortura de su ser, espectro de su haber.
Cadencia de sufrimientos y falta de emoción.
Susurrándole al astro rey la que fue su perdición
y por la que mares de lágrimas derramó.
Su pesar poco a poco iba creciendo.
Pero ahora con el corazón resquebrajado
solo odio era capaz de sentir.
Y por ello se dio al placer olvidando por completo sus sentimientos...
Y así durante una larga temporada el loto entró en tinieblas...
Más un día dijo "Basta, qué demonios hago yo.
Aunque ella ya no esté puedo llenar ese vacío
ya que soy yo quien vive mi vida, lo que importa es mi felicidad;
lo demás son vanas palabras, simples maneras de decir las cosas,
No puedo aferrarme al pasado puesto que ya es historia.
Es hora de cambiar...
Y así el loto con el fragor del alba olvidando al ave cantora,
susurrando a la luna antes de llegar el lucero
tomó una decisión que de nuevo lo transformó.
Pudo volver a sentir, logrará amar;
pero esos pétalos negros nunca se irán,
reflejo del silencio y la crueldad que un día experimentó,
reflejo de esos días que su vacío no llenaron,
reflejo de los errores que cometió
Mas el bello loto de nuevo floreció.
Sí, es cierto, ya no era como los demás lotos;
pero eso lo fortaleció, aumentó sus ganas de vivir.
Y como un ente diferente sus pétalos abrió.
Hermosos pétalos negros que su vida enriquecieron
llenándola de vivencias y sueños.
Pues el loto ahora es feliz bajo la sombra de un recuerdo que transformó el día en noche
y creó un ser especial capaz de disfrutar el mundo.
Y esta es la historia del loto negro,
que hubo de sufrir, de sentir el dolor más profundo
para volver a florecer de nuevo.