Midnight

We Never Know

Lena abrió los ojos a causa del jarrón que se cayó provocando un ruido fuerte, observó a Yulia caminar de un lado a otro, hablando como consigo misma, si esa mujer no le pareciera tan extraño, creería que hablaba sola
- Hay algunas personas como ella en quien no se debe confiar Lena – Susurraron detrás de ella – Ella es exactamente en quien no debes confiar, aleja a todos de ti, pequeña Lenka
Unas cuantas lágrimas comenzaron a descender, su madre solía decirle Lenka, y ahora mismo, le estaba diciendo que Yulia no era una persona en quien se podría confiar.

Salió al patio intentando no hacer ruido, y con la voz en su cabeza aconsejándole que no confiara en ella, que no se podía confiar en alguien así.

-¿Por qué demonios es tan complicado abuela? – La escuchó – Debería irme y dejar a Lena en paz, si ella no siente nada por mí, aunque yo sí, debería irme, al final, la única persona lastimada sería yo – Suspiró – A veces desearía que estuvieras aquí conmigo, y me dieras esos consejos en persona, no adivinar qué es lo que tú me dirías
- No confíes en ella Lenka – Escuchó de nuevo – Es sólo una forma de atraparte
- ¿Con quién hablas? – La interrumpió
- Mi abuela, técnicamente a la nada, pero creo que mi abuela puede escucharme todo lo que le cuento
- Creo que deberías irte ahora mismo – Le dijo un poco molesta
- ¿Tuviste un mal sueño? – Se acercó a ella
- No, pero quiero que te vayas de aquí, no es tu casa, no sé porque te tomas tantos atrevimientos de merodear por aquí
- Bueno, tu padre...
- Cuando esté él puedes venir, no cuando no esté
- ¿Por qué esta actitud? – Preguntó desconcertada
- Siempre te has quejado de cómo te trato ¿no es así? – Gruñó
- Jamás de este modo tan grosero Lena
- Eso no te importa – Dijo molesta – No me agrada que cada que vienes extrañamente me quedo dormida, no sé qué me haces para eso
- En el momento en que me vaya tu mejor que nadie sabrás que pasara – Musitó
- No sé de qué me hablas – Dijo molesta
- Sí lo sabes, pero bien, me iré si eso es lo que quieres
- Solamente vas a salir lastimada ¿no lo dijiste? – Dijo triste cuando ella caminó hasta la puerta trasera
- Lena...
- Vete por favor ¿sí? – La observó – Estoy cansada de que cada que pasa algo entre tú y yo... Sólo es producto de un sueño más, estoy harta de que cada que serás honesta conmigo... Despierto, para saber que ni en mis sueños puedes ser honesta Yulia, estoy cansada de esperar a que alguien me diga que pasa conmigo
- No sé a qué te refieres – Dijo seria
- ¡Qué te pasa lo mismo que a mí! – Gritó y las lágrimas comenzaron a descender

Yulia caminó hasta ella y la besó, la atrajo a su cuerpo y la besó con delicadeza, Lena se aferró a ese momento, en cualquier momento despertaría, pero en esta ocasión no fue así

- Deberías confiar en quien nunca te deja sola Lena – Escuchó, levantó la vista pero Yulia no había hablado
-¿Qué ocurre? – Preguntó ella al verla seria
- Nada – Sonrió – Es bueno saber que esto por lo menos no es un sueño
- ¿Te he besado en tus sueños? – Preguntó divertida – Así que no era la única que quería eso ¿o sí?
- No comenzaras con eso – Se alejó
- ¿Por qué es tan complicado para ti admitir que algo nos pasa? – Le preguntó
- Pero quiero saber qué es lo que nos pasa a ti y a mí
- Nos gustamos la una a la otra, eso es lo que pasa – Dijo ella
- Tiene que ser algo más que eso
- Deja de torturarte Lena – Le pidió Yulia – No vas a solucionar nada si te torturas
- Eso es algo que nunca sabremos ¿no? – Sonrió
- Sólo dime que haremos esto oficial cuando tu padre llegue a casa – Rodeó su cintura y volvió a besarla
- Será divertido ver su cara de sorpresa – Dijo ella y hundió su rostro en el pecho de Yulia
- No podrá creer que logré conquistarte – Besó su cabeza – Vamos adentro, comienza a hacer frío y podrías enfermarte
- Bien

Se dedicaron a ver televisión, a platicar de muchas cosas, el padre de Lena llegó un poco tarde de lo normal, cenaron como siempre, ella absorta en sus pensamientos y su ahora novia y su padre hablando de que tal su día

- Papá – Habló ella
- ¿Qué ocurre cariño? – Preguntó
- Bueno, Yulia y yo queríamos decirte algo – Dijo y se quedó callada
- ¿Qué? – Preguntó y las observó a las dos
- Yulia y yo... Estamos saliendo – Le dijo y Yulia rodeo su cintura al momento que llegó hasta ella
- Esa es una muy buena noticia, me estaba preguntando cuánto tiempo más tardarías en decirle que sí – Sonrió

Lena volteo a ver al hermano de Yulia cuando se puso junto a ella

- Soy Sergey – Dijo y se sentó – Tu cuñado
- ¿Mi cuñado? – Preguntó
- Soy hermano de Yulia, me dijo que hoy irías a casa a conocer a mis padres
- Y a ti – Comentó ella
- A mí ya me conoces ¿no es así? – Preguntó
- Bueno, pero...
- Me alegro que Yulia encontrara a alguien tan linda y agradable como tu
- Gracias – Sonrió
- Sólo ten cuidado – Comentó
- ¿Con ella? – Volteo a verlo
- No, con ella no – Suspiró – Te sorprenderás un poco llegando a casa, pero recuerda que todos en mi casa estarán felices de que ella encontrara a alguien, hasta yo lo estoy – Apretó su hombro y se alejó
- Siempre ha sido tan raro – Comentó Dima detrás de ella
- Me asustaste – Dijo alarmada
- Perdón, no quise interrumpirlos – Se sentó frente a ella
- ¿Quién de los dos siempre ha sido tan raro? – Sonrió
- La hermana mayor – La observó – Los conozco desde hace años Lena – Suspiró – Deberías alejarte de Yulia, no te traerá nada bueno ella
- Tengo escuchando eso desde hace tiempo – Admitió
- Pues... Entonces deberías hacer caso a lo que te dicen los demás, tal vez es por tu bien ¿no lo crees? – La miró – Pero Sergey tiene razón, cuando vayas a esa casa, te sorprenderás lo suficiente, todos ahí son raros
- Conociendo a Yulia no dudo que su familia se parezca a ella
- No será tan divertido después, te lo aseguro

Dima se levantó y se unió a un par de chicos a lo lejos, no estaba tan convencida de nada ahora, primero el comentario tan extraño de Sergey, y después, las palabras de Dima.

Lena se miró nuevamente en el espejo y suspiró, se quitó el vestido y se puso algo cómodo, si los padres de Yulia iban a conocerla, lo mejor sería que la conociera tal y como era, para nada estaba a la última moda, siempre vestía cómodamente y no le importaba lo que los demás pensaran de ella

- ¿Lista? – Preguntó ella emocionada
- Claro – Sonrió al ver que en ningún momento criticó su vestimenta
- Les encantarás – La besó
- Yulia espera – La detuvo en seco
- ¿Qué ocurre? – Preguntó
- Creo que no estoy lista para conocerlos
- Pero si te ves hermosa Lena – Dijo ella – Les encantará conocerte y...
- ¿Puede ser después? – Preguntó – Por favor