Capítulo 1: Encuentro

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"Señorita" escuché entre sueños, no quiero despertar "señorita" de nuevo esa voz, si no se calla se arrepentirá "señorita"

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"Señorita" escuché entre sueños, no quiero despertar "señorita" de nuevo esa voz, si no se calla se arrepentirá "señorita".

—¡Qué quieres! —grité gastando el aire de los pulmones, y frustrada me tapé la cara con la almohada.

—Señorita, su padre la espera para desayunar.—parloteó una de las empleadas.

—Que desayune solo. —gruñí adormilada.— Por favor, es domingo por Dios, por qué tan temprano.—me quejé y la escuché reírse.—No me da risa, Consuelo.—quitó la almohada de mi cara y la aniquiló con la mirada.

—Es que ya son las 10:00am. —de inmediato quedo sentada en la cama.

Llegaré tarde, cómo es posible que me haya quedado dormida hasta tarde. Ni si quiera escuché la alarma del celular.

Sin pensarlo, me pongo de pie y agarro la ropa. Consuelo recoge la ropa sucia y en eso yo entro al baño.

—Señorita, ¿Qué le digo a su padre? -- preguntó y abrí la regadera porque ahora no hay tiempo de usar la tina.

—Eh...dile que ya bajo.—dije en voz alta para que pudiera escucharme.

—Okey. —murmuró desde el otro lado de la puerta.

Pasado los quince minutos, cierro la ducha. Tengo que apresurarme para poder desayunar un poco. Agarro mi pantalón negro de hacer ejercicio y lo acompaño con una camisa de tirantes color gris. Por último busco el abrigo y lo amarro en mi delgada cintura.

Salgo del baño con rapidez, cepillo mi cabello y concluyo el peinado con una coleta alta. Busco el bulto, hecho una toalla de sudor y le lanzo una mirada rápida a la habitación para estar segura de que no se me queda nada.

Cierro la puerta y voy casi corriendo hasta bajar las escaleras. Tan pronto llego al comedor, observó la silueta de mi hermoso padre. El gran Franklin Woodsen.

—¿Cómo está mi princesa?—preguntó para después dar un sorbo a su café.

—Muy bien, solo que tengo clase de baile hoy.

—Desayunemos juntos, ¿Si? Es que tengo que llegar temprano a la constructora.—pidió y sus ojos cafés me suplicaron.

—Y, ¿Por qué debes llegar temprano hoy?—quise saber.

Agarré una tostada para ponerle mermelada.

—Llega un nuevo socio a la empresa. —explica, y doy un mordisco a la deliciosa tostada.—Es un viejo amigo que vuelve a establecerse aquí, acaba de llegar de Oregon. Quiero que lo conozcas, es un gran hombre.—asentí, porque obvio no puedo negarme, no voy a quedarle mal a papá.

—Bien. —conteste algo desanimada. —Entonces...eso significa que hoy no pasaremos tiempo juntos.

—Te prometo que en cuanto termine de instalar y arreglar todo en la empresa, llegare temprano y veremos películas. — comentó con cierta picardía.Le sonreí.

Amor Prohibido [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora