¿¡El comienzo!? Recuerdos de un mal dia

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Recuerdo que ese día había sido el peor de mi vida, había quedado en ridículo delante de todo el colegio, uno de mis "compañeros" me había lanzado un jugo en todo mi uniforme, insultándome y diciéndome lo fea y gorda que era, me sentía fatal y solamente quería irme de ahí, no irme a mi casa porque simplemente no quería que me preguntaran falsamente él porque estaba así, al salir de clases simplemente me fui del colegio sin decir nada, camine demasiado ese día buscaba un lugar en el cual poder desahogarme sin que nadie me mirara raro o me preguntara que me pasaba, llegue a un pequeño parque que quedaba en todo el frente de una iglesia, simplemente me senté en una de las bancas que quedaban ahí, tenía miedo no lo iba a negar ósea era una niña de tan solo 10 años y estaba sola en un lugar que apenas y conocía, simplemente empecé a llorar, botando así todo el miedo y dolor que tenía por dentro, me decía a mí misma que eso me pasaba por pendeja, que mejor me quedaba en el colegio, muchas cosas pasaban por mi mente, hasta que algo llamo mi atención, un niño un poco más grande que yo estaba en todo en frente mío mirándome, pensé que me diría un insulto o se burlaría de una tonta niña que lloraba como *magdalena* en una banca del parque, pero todo lo contrario en vez de eso me miro y me sonrió de la manera más dulce que puede haber, quede medio embobada y al parecer se dio cuenta ya que se rio

¿?: Hola niña...como estas?-su voz era un poco gruesa para su corta edad

Valeria: o...hola...lo...lo siento. No puedo hablar con extraños-estaba mega nerviosa, él sonrió aún más y se sentó a un lado de mi

¿?: Me llamo miguel, tengo 13 años y me gusta el chocolate...tu cómo te llamas?

Valeria: me...me llamo Valeria- dije mirándolo- tengo 10 años y...y no sé qué es el chocolate-su expresión fue de asombro cuando dije eso

Miguel:¡NO SABES QUE ES EL CHOCOLATE!-Grito por lo que yo me sobresalte y me asuste, él lo noto por lo que se rio- lo siento no quería asustarte es solo que...¿jamás has probado el chocolate? ¿Nunca?-pregunto incrédulo, por lo que yo negué- bien Valeria que tal si vamos, compramos uno y mientras nos lo comemos tú me cuentas más sobre ti y yo más sobre mi ¿si?-yo lo mire inseguro

Valeria: no creo que quieras ser amigo de alguien como yo...al menos que quieras burlarte de mí y si es así lo mejor será...

Miguel: claro que no Valeria,  ¿que te hace pensar eso? Yo solo quiero ayudarte-dijo de la manera más amable posible, no sabía si tenerle confianza o no ya que era un simple extraño para mí-dame una oportunidad, vamos a comernos el chocolate y tú me cuentas sobre ti mientras yo también te cuento sobre mí-se levantó y me tendió su mano-aquí cerca queda la tienda de mi mama, ¿vamos?-simplemente acepte no perdía nada con intentarlo, le di la mano y nos fuimos a una pequeña tienda de dulces que se encontraba cerca de la plaza en donde estábamos, cuando entramos el simplemente me dijo que escogiera el que quisiera que eran gratis, mi boca se hizo agua no había comido desde hace una semana y ver todos esos dulces, todos esos panes, mi apetito volvió lo cual no fue bueno-valeri mira te presento a mi mama, mami te presento valeri-dijo mirándome y luego mirando a su mama con una sonrisa, su madre me miro y me sonrió de forma dulce, pude notar el gran parecido que estos tenían al igual que pude notar que su mama era muy bonita y humilde

Carolina: hola pequeña-se acercó a mí-me llamo carolina es un gusto-me dio un abrazo, se sintió raro ya que jamás me eh dejado abrazar de un adulto que no sea mi madre, pero ella jamás lo hace, le sonreí nerviosa y mire a miguel el cual noto mi incomodidad

Miguel: vale mama ya déjala mira que la dejaras sin aire-nos separó, carolina se rio y lo miro

Carolina: no seas exagerado hijo, y dime ¿desde cuando eres amiga de mi bebe?-miguel sonrió nervioso y Valeria bajo la mirada, luego de un rato en el que miguel le explico como conoció a la niña, los 3 se encontraban comiendo galletas de chocolate con un poco de chocolate caliente, Valeria jamás había probado algo tan bueno como era el chocolate, se sentía en las nubes cada vez que se comía o bebía de su chocolate, miguel lo noto al igual que noto con la ansiedad que la pequeña niña tenía-bien niños yo me iré a terminar unas cosas en el despacho les dejo a cargo la tienda eh-miro a miguel el cual asintió y se fue

Miguel: bien valeri ¿que tal si decimos cosas uno del otro para conocernos?-esta asintió tímida-vale entonces empecemos...-empezó a hablar de todo lo que se le venía a la cabeza, Valeria solo podía asentir, miguel era un niño muy maduro para su edad, tenía tan solo 13 años pero aunque tuviera esa edad sabia muchas cosas y de por si era muy inteligente, a Valeria le costó abrirse a él pero lo hizo, le conto todo evadiendo el tema de su familia y evadiendo también sus problemas personales, digamos que solo le conto lo primordial lo bueno fue que miguel no insistió en sacarle más información, ella le conto la razón por la que estaba llorando ya que miguel no la dejaría tranquila al menos que le contara, luego de decirle este se enojó y lo que no paso desapercibido por valeri fue que él se puso rojo lo cual le dio gracia. Pasaron otro rato más hablando y conociéndose un poco más, sin darse cuenta que con todo eso darían inicio a la amistad más hermosa y larga del mundo.

Se podría decir que miguel fue el mejor amigo que Valeria estaba esperando y para miguel Valeria era esa hermana que jamás tuvo, los dos crearon una amistad segura y que nada ni nadie podría romper, crearon los mejores recuerdos, sacaron lo mejor de ellos con cada cosa que se proponían, crearon nuevas metas y nuevos sueños, miguel ayudo a Valeria a salir de ese agujero en el que ella estaba perdida y Valeria, ella fue la luz en el camino oscuro de miguel, cualquiera que los viera pensaría que eran la pareja perfecta, que estos terminarían juntos, pero no, para miguel ella era su hermanita, su tesorito, su niña la que él debía cuidar de cualquier monstruo que quisiera borrar su hermosa sonrisa de su cara de ángel y para Valeria él era su hermano mayor, su salvador, su confidente, su todo.

Sabían hasta el más pequeño secreto que cada uno tenía, cada pequeño defecto, cada pesadilla que tenían o que los hacia llorar, cada pequeño problema que tuvieran en su vida de mierda como ellos lo llamaban, porque así como Valeria tenía una vida complicada, la de miguel era el doble; padres separados, un hermano muerto, una familia que se deja llevar por lo prejuicios y que solo le importaba su dinero, estaba tan hundido en su dolor, porque apenas era un niño de 7 años cuando vio a su hermano morir por culpa de su maldito padre adicto a las estúpidas drogas, porque apenas era un niño de 7 años cuando vio a su madre intentar acabar con su vida, y porque era solo un estúpido niño de 9 años cuando su padre intento matarlo a él y a su madre a golpes, cada día para él era difícil seguir y si seguía era porque sabía que no podía dejar a su madre sola, con tan solo 13 años él era el hombrecito en la casa, el que se encargaba de que su madre comiera y que no cayera en la depresión como siempre lo hacía, era el que se encargaba de que su madre todos los sábados llegara a su casa sana y salva luego de haber bebido por más de 7 horas y el que se encargaba de que la pequeña tienda que su madre había decidido montar saliera adelante, no iba negar habían veces que no podía y simplemente se encerraba en su cuarto llorando como el niño que era por el miedo que sentía, por la soledad que en ese momento lo consumía, y por la ansiedad que su cuerpo estaba recorriendo, pero igual que siempre él debía seguir, él debía ser fuerte. Tenía amigos sí, pero lamentablemente estos se encontraban en México, los había dejado cuando se tuvo que venir a Colombia por culpa de los problemas que estaban teniendo, la verdad era que aún estaban en contacto pero igual les hacía falta, el día que conoció a Valeria, él se encontraba comprándole unos materiales a su madre para la tienda y no pasó desapercibido por sus ojos marrones esa pequeña niña con el uniforme manchado de jugo y el cabello un poco desordenado llorando como si jamás lo hubiera hecho, su pequeño corazón se encogió y la lastima llego a él, no dudo en ningún momento tratar de ayudarla lo cual para él fue la mejor decisión que pudo tomar, porque como él le dijo a su madre una vez casi quedándose dormido, Valeria era su salvavidas, su soporte y su nuevo motivo para sonreír diariamente.


Lestoooo vale estoy nerviosa porque no si les gustara pero bueno hice mi mayor esfuerzo, si les gusto regalenme una estrella y si no fue asi pueden decirme en los comentarios que esta mal o que debo mejorar, bien eso fue todo...frambuesita se des-pi-de besooos muack

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2017 ⏰

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