Agua

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-Mamá, no quiero entrar.

Escuché a la pequeña. Tenía aproximadamente 9 años, era de estatura promedio y complexión delgada, su piel era morena, un moreno tan lindo, parecía que el sol se reflejaba en ella; sus ojos negros con largas pestañas, parpadeaban como si con eso su madre fuese a entender que no quería entrar a la alberca.

-Tienes que entrar, dijiste que querías venir, ahora entras. -Dijo su madre, colocando bloqueador solar a su pequeña hija.

-Pero es que ahora que veo el agua me da miedo, siento que me voy a ahogar.

En ese momento una chica de unos 17 años, la escuchó y llegó nadando a la orilla donde estaba la niña y se aproximó a decir:

-Hola, me llamo Sarah, cuando era más pequeña yo también tenia miedo de entrar, pero mira, ahora puedo nadar sin preocupaciones.

Sarah le tendió la mano a la pequeña niña... - No temas, yo te cuidare.

La pequeña niña, despegó los pies del suelo, tapo su nariz y se sumergió en el agua. Sarah la tomó y la acompaño durante el tiempo que estuvo en el agua.

Aveces necesitamos un pequeño empujón, para lograr una gran hazaña.
Adiós.

(Balneario Parras, Coahuila)

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2017 ⏰

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