Mi niño...

12.5K 1.2K 78
                                    

--¡¿Qué demonios estabas haciendo con él?!

--Jimin...

--¡Te odio Hyung! ¡¿Cómo pudiste?!

--Jimin...

--¡Si ya no me quieres, sólo dímelo!

--¡Jimin!

--¿Qué...?

Si observaran los ojos acuosos de Jimin, con ese brillo hermoso que sólo producen las lágrimas. Así, con ese mohín raro, entre triste y enfurruñado en los labios, adorable. Si pudieran observar sus mejillas coloradas y su fleco cubriendo sus cejas caídas y la frente arrugada...

No miento, caerían.

No es que me guste ver a Jimin triste, enojado o berrinchudo; al contrario, es un verdadero problema porque, ¡ay de mí que él no se compadecerá de mi corazón!, pero... me es imposible resistirme a la visión.

Es hermoso, tan hermoso que puedo morir al quitarme el aliento con sólo verlo. Me duele el corazón y la cabeza, ambos debatiéndose entre proteger su cuerpo pequeño en mis brazos, aun cuando yo no soy más grande, o besarle hasta quitarle el aliento que me arrebata a mí, con tanta pasión que nos duela a los dos.

--No seas tonto...-- termino de decir como siempre,  en un suave susurro que pueda acariciarle el oído-. Sólo fuimos al cine.

Su cuerpo dulce se estremece por un nuevo sollozo, a la par que la ira.

--¡Eres un idiota! ¡No me mientas!

--Jimin...-- suspiro derrotado.

--¡Últimamente te la vives con HoSeok Hyung!

El aludido que pasa justamente frente a mí habitación parece recibir un golpe en la espalda, ríe nervioso y hace una venia de disculpa en mi dirección sin que Jimin lo mire al estar de espaldas a la puerta. Vuelvo a suspirar.

--Jimin...

--Ya no me quieres...

Oh, dios mío, esta sería una buena oportunidad para voltearle la moneda y recriminarle que el que parece que dejaron de querer es a mí. Si ya ni pasa tiempo conmigo y se la vive con JungKook.

Pero así nunca terminaríamos, porque él seguiría llorando y pataleando en un berrinche de niño pequeño y yo seguiría actuando como el ogro gruñón. Terminaríamos dejándonos de hablar unas semanas y ambos volveríamos con el rabo entre las patas. Como siempre, en especial yo. Así que...

--Tontín-- sonrío levemente, con tono risueño--, claro que no.

Jimin sorbe y me mira ceñudo, tan bonito.

--¿Cómo que no...? ¡Si tú..!

--Shh-- lo callo con mis dedos en sus labios mojados y suaves, él gruñe como un gatito molesto.

Me acerco más, al punto de rozar nuestros cuerpos con ternura, lo atrapo por la cintura con un brazo al intuir que retrocedería al sentirse intimidado o avergonzado. Sólo siento su irregular y tibia respiración mientras con mi otra mano acaricio sus cabellos rubios sobre su frente, rozando la cálida piel que produce muchas cosquillas desde las yemas de mis dedos hasta todo yo.

--Nadie sabe mejor que tú que HoSeok es mi amigo y tú...-- le beso la frente con todo el amor que le tengo, uno tan inmenso y fuerte que me duele y asusta, me descubro por segundos que me parecen una eternidad anhelada con mis labios pegados a su piel, me separo y lo miro a los ojos con la misma devoción con la que él seguro me está viendo ahora.

--¿Yo...?-- pregunta con voz entrecortada, deseosa.

--Eres mi niño...-- nuestros labios tan juntos, tan cercanos y a la vez se sienten tan alejados; torturados por sólo rozarse y no poder fundirse--. Mi niño amado...

Jimin me abraza fuerte, me rodea con sus brazos  hasta sujetarme completamente, soy yo el prisionero de él ante su mirada, su cuerpo y su alma. Todo él es mi dueño.

En un acto tan íntimo que es el de compartir aire y oxígeno, sucumbimos a la tentación que es acariciar nuestros labios y nos besamos como sólo nosotros podemos.

Estrechándonos, deseándonos y amándonos.

No es fácil que Jimin se ponga celoso, es más sencillo que lo haga yo. Pero cuando lo hace, aun cuando es algo fastidioso porque se sale con la suya, porque sabe que lo consentiré por semanas y meses, lo disfruto. No es malo, no siempre es malo que se ponga celoso, porque esas escasas ocasiones me recuerdan lo importante que soy para él con sus caricias y besos, con sus susurros y cantos.

De reojo miro a Jin guiñarme y cerrar la puerta con discreción, sin que el cuerpo entre mis brazos se dé cuenta. Me separo tantito, dándole un besito en los labios en consolación por alejarme repentinamente.

Vuelve a enfurruñarse al segundo. Yo le pico la nariz juguetonamente con el dedo y le beso ahí.

--Mi niño mimado...

Y le sigo besando.

Mocoso berrinchudo y mimado [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora